Estamos en plena campaña electoral y Pedro Sánchez está apareciendo en televisiones y medios todo lo que quiere y más. Y aunque con Sánchez no le vamos a pedir «peras al olmo», porque llega hasta donde llega y punto, la cosa es que se le debe estar yendo un poco la pinza puesto que hace declaraciones en esas entrevistas, sobre todo en las que concede a «palmeros», para las que nos haría falta incluso un traductor.
Escuchen con atención lo que le cuenta a Ignacio Escolar: «En un país que es ejemplo en políticas feministas, ver a líderes en instituciones decir que las mujeres son más agresivas que los hombres porque tienen pene…”
En este caso ya no es que mienta, como que España fuera referente de algo bueno, en este caso es que ya ni se le entiende lo que quiere decir, no se entiende ese concepto que, aunque es extraño siempre, nos quiere transmitir.
Claro que tampoco vamos a esperar de él que nos hable de aquello de lo que es referente España. No vamos a esperar, porque ni siquiera se lo plantea la oposición, que nos explique los motivos por los que lideramos el exceso de mortalidad en Europa.
Tampoco vamos a esperar que nos explique de qué forma manipula los números del paro y cientos de cosas más. Ni siquiera vamos a esperar que nos cuente cómo es posible que siga en su puesto, habiéndole tumbado la justicia todos los estados de alarma.
No vamos a esperar nada de eso porque ni siquiera los que están en contra se lo preguntan. Pero no estaría de más que nos aclarara declaraciones como estas. ¿Qué narices ha dicho?