Felipe VI sigue «cubriéndose de gloria», ahora reuniéndose con Droguenski

A lo largo de los últimos días, anteriores a las últimas consultas de Felipe VI que acabaron en un nombramiento de Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del gobierno, sin que los partidos que apoyaban esa candidatura acudieran a contarle al Rey sus intenciones, ha habido infinidad de rumores y comentarios.

Esos rumores y comentarios, bajo nuestro punto de vista, tenían una clara intención: el blanqueamiento de la imagen de Felipe VI, claramente deteriorada en los últimos tiempos. Pero tras ver lo sucedido, no podemos evitar preguntarnos si no será precisamente Felipe VI quien lidere las intenciones de Sánchez y no al revés.

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Porque, convendrán con nosotros, que Sánchez es un tipo sin principios y sin valores al que le da igual todo, pero Felipe VI tampoco está demostrando ser mucho mejor que él y, jerárquicamente, está por encima de Pedro Sánchez ya que forma parte de las «oscuras familias reales». ¿Y si Sánchez solamente es el brazo armado de una élite de la que forma parte Felipe VI? No lo sabemos, pero la cruda realidad es que, lejos de rectificar, el «monarca» sigue la agenda de los globalistas sin rechistar en todos los pasos que van marcando.

Para muestra un nuevo botón. En la Cumbre de la Comunidad Europea que se está celebrando en Granada apareció, por sorpresa y de forma «inesperada», la marioneta de Ucrania Droguenski.

Y aunque no estaba prevista, al ser la visita «inesperada», una reunión entre Droguenski y Felipe VI en esa cumbre, finalmente, esa reunión se produjo. ¿Les parece a ustedes eso algo normal cuando todas las reuniones y actos del Rey cuando acude a cualquier lugar están totalmente controladas y organizadas con antelación?

No, no lo parece. Y eso, bajo nuestro punto de vista, no es más que una nueva demostración de algo que está meridianamente claro: Felipe VI forma parte y es pieza fundamental en este proceso de destrucción de España. No es ninguna marioneta, ni títere en todo este asunto: lidera el equipo organizador desde que su padre abdicó.

Esa abdicación, también bajo nuestro punto de vista y viéndolo con la perspectiva que nos da el tiempo, no fue en absoluto voluntaria y el asunto de Corina, o la cacería de elefantes de Botsuana formaban parte de un plan para echar al padre del poder. No era demasiado difícil, todo el mundo sabía que a papá le perdían las juergas y era fácil «entramparle» en alguna.