Gran Bretaña se prepara para uno de los eventos meteorológicos más severos de los últimos tiempos con la llegada de la tormenta Eowyn, con pronósticos de vientos de hasta 160 kms. por hora y la posibilidad de tornados. La Oficina Meteorológica ha emitido advertencias sobre el impacto de la tormenta, destacando especialmente los peligros para la vida por escombros voladores y las condiciones peligrosas para conducir debido a árboles caídos.
En un movimiento sin precedentes, un gran tornado ya ha causado daños significativos en Cornualles, preparando el escenario para lo que la tormenta Eowyn podría traer. Las escuelas en Escocia e Irlanda del Norte han cerrado preventivamente debido a la severidad de los pronósticos, con la tormenta esperada para golpear con más fuerza desde las primeras horas del viernes.
Se describe la intensificación de la tormenta como una «ciclogénesis explosiva» o «bomba meteorológica», con el sistema de baja presión del Atlántico rápidamente profundizándose. Este fenómeno meteorológico está listo para traer vientos de fuerza huracanada, con la Oficina Meteorológica emitiendo una alerta roja advirtiendo de «escombros voladores que resultan en peligro para la vida» y condiciones de carretera «muy peligrosas».
También hay una alerta elevada por posibles tornados en zonas del sur de Inglaterra, con el Experimento Europeo de Pronóstico de Tormentas advirtiendo de ráfagas de viento severas. Esto ha llevado a una advertencia de nivel dos por tornados para la región, sugiriendo un riesgo significativo de actividad.
Se aconseja a la población que tome precauciones, incluyendo mantener a las mascotas con correa cerca de las costas para prevenir que sean arrastrados por olas fuertes. La trayectoria de la tormenta indica que no solo afectará a Escocia e Irlanda del Norte, sino también partes de Inglaterra y Gales, con diferentes niveles de alertas emitidos por la Oficina Meteorológica.
Esta tormenta, nombrada en honor al personaje Eowyn de «El Señor de los Anillos» de J.R.R. Tolkien, marca uno de los eventos meteorológicos más intensos en llegar a las Islas Británicas, provocando cierres generalizados y disrupciones en viajes en anticipación del caos que promete desatar.