Kali Yuga y Monopantos

Por Alfonso de la Vega

Pasado, presente y futuro forman parte de una corriente universal de acontecimientos cuyo sentido interesa al hombre descubrir ya que el misterio de su propio destino se encuentra en ella. Y la situación no deja de ser muy preocupante. Por desgracia no es el único ejemplo internacional pero la Monarquía de don Felipe representa hoy la evidente subversión de los valores morales. Todo está al revés como su propia efigie cuando osa visitar la taifa sin ley de Cataluña. Un escándalo monstruoso tapa al inmediato anterior. Todo es un no parar, un sin vivir mientras España se pierde irremediablemente por la cloaca. Y en el propio Palacio la cosa no estaría mejor, incapaz de poner un mínimo orden ni decoro.

El reinado de don Felipe se manifiesta como aquel en que la virtud es perseguida y el delito premiado. Unas instituciones monárquicas al servicio de la subversión. Todo al revés: El ministerio fiscal defiende al delincuente, ciertos “jueces” sueltan a los ya condenados por el Supremo si son de la propia cuerda y el botín es para la Causa. Un botín enorme que puede proceder tanto de la liquidación del patrimonio empresarial, como de las ayudas a los parados, la especulación con el sufrimiento y la miseria infringidas  o los fondos europeos. La prensa prostituida defiende la impunidad de la delincuencia mientras miente, tergiversa, disimula o silencia la gravedad de la situación acomodando la opinión pública a las condiciones del monipodio o la barbarie.

El reinado de don Felipe constituye una evidente manifestación occidental del Kali Yuga, o Edad de la Sombra, periodo que forma parte de la involución del hombre dentro de los ciclos históricos. En el Kali Yuga se promueve la ignorancia sobre la naturaleza real del hombre, la espiritual como alma viviente. Este periodo se caracteriza por el dominio de la mezquindad, por la ausencia de espiritualidad y por la terrible presencia y dominio de todos los pecados capitales. Es el período de la degradación generalizada. Todo se convierte en mentira, neolingua, violencia, rapiña, beligerancia, competitividad, despropósito, falsedad, vicio, y «economía» por decir hegemonía de las finanzas. Lo virtual sustituye a lo real, la discordia a la concordia, la materia al espíritu. Prolifera y ejerce el mando con todo descaro e impunidad durante la Kali Yuga la degenerada casta de los shûdra, generadora y responsable de todas las ideologías perversas que provocan guerras, penurias, hambre, explotación, locura, vicio y las catástrofes de origen natural o artificial.

Con la eliminación del ámbito espiritual, se produce la transformación del sujeto en objeto, de persona en cosa, de modo que el impulso de destrucción y caos pueda desarrollarse sin trabas. A medida que va avanzando la Edad de la Sombra los hombres libres y honrados deberán abandonar ciudades y valles para refugiarse en las montañas lo más lejos posible del Poder para sobrevivir.

Según los hindúes este periodo maléfico acabará cuando nazca Kalki, avatar de Visnhú, montando en su caballo blanco para poner orden, exterminar a los malvados y rescatar a los honrados perseguidos. Una iconología bastante similar curiosamente a la de nuestro Santiago matamoros.

Desde una perspectiva occidental cabe resaltar o completar esta visión hindú con la definición de los principales mecanismos en que se basa esta dominación que tiene un evidente componente espiritual, religioso y cultural.  Para el Talmud el pretendido pueblo elegido tiene el poder otorgado de dominar a los goyin, a la Cristiandad, con el auxilio de los anglosajones y sus poderosas instituciones degeneradas.  

Los mecanismos principales para esta dominación mundial no son hoy solo ni principalmente militares sino la falsa democracia instrumentada por una partitocracia al servicio de la plutocracia con la Deuda causada por la usura, los conflictos sociales para dividirnos provocados por el envenenamiento mental, tras el desmantelamiento espiritual de las personas. Y, por supuesto, los media lava cerebros a su servicio.

Algún amable lector dirá con razón que no hace falta recurrir a Oriente para  entender la amenaza. En nuestro Siglo de oro algunos autores como Francisco de Quevedo lo explicaba muy bien. Y no solo en el más conocido texto Execración contra los judíos sino en el que se titula La Fortuna con seso y la hora de todos.

Durante una hora, Júpiter obliga a la veleidosa Fortuna a sujetarse a la Razón, dando lugar a singulares alternativas que ponen de relieve la doblez, injusticia y sinrazón de nuestras relaciones sociales e institucionales. De este modo Quevedo desenmascara la hipocresía del tinglado institucional, en el que nada es lo que parece o debiera ser de acuerdo a sus fines confesados. Tampoco falta la visión moral: “La malicia introduce la discordia en el mundo y la astucia conserva al mundo en discordia y la disimulación hace bienquisto al que siembra la cizaña del propio que la padece”.

Reunión en la sinagoga de Salónica con rabíes representantes de las principales juderías. Entre ellos los Monopantos…”son hombres de cuadriplicada malicia, de perfecta hipocresía, de extremada disimulación, de tan equívoca apariencia, que todas las leyes y naciones les tienen por suyos…” Así habló Rabí Saadías: “Nosotros, primer linaje del mundo, que somos desperdicio de las edades y multitud derramada  que yace en esclavitud y vituperio congojoso, viendo arder en discordias al mundo, nos hemos juntado a prevenir advertencia desvelada en los presentes tumultos, para mejorar en la ruina de todos nuestro partido….ha considerado esta sinagoga que el oro y la plata son los verdaderos hijos de la tierra que hacen guerra al Cielo… el dinero es una deidad de rebozo que en ninguna parte tiene altar público y en todas tiene adoración secreta; no tiene templo particular porque se introduce en los templos. 

No tenemos ni admitimos nombre de reino ni de república, ni otro que el de Monopantos: dejamos los apellidos a las repúblicas y a los reyes, y tomámosles el poder limpio de la vanidad de aquellas palabras magníficas; encaminamos nuestra pretensión a que ellos sean señores del mundo y nosotros de ellos. Para fin tan de lleno de majestad no hemos hallado con quien hacer confederación igual, a pérdida y a ganancia, sino con vosotros que sois los tramposos de toda Europa. Y solamente os falta nuestra calificación para terminar de corromperlo todo, la cual os ofrecemos plenaria, en contagio y peste, por medio de una máquina infernal que contra los cristianos hemos fabricado los que estamos presentes…hemos inventado una contratriaca para encaminar al corazón los venenos, cargando sobre las virtudes y sacrificios, que se van derechos al corazón y al alma, los vicios y las abominaciones y errores, que, como vehículos, se introducen en ella. Si os determináis a esta alianza, os daremos la receta…

Pasada la hora, Júpiter explica que en esa hora ha dado a cada uno lo que se merece. 

Una hora de Júpiter o los miles de años de las Eras hindúes, debemos pensar que ni los procesos históricos ni los personales tienen carácter fatal y que pese a todo pueden modificarse gracias a la voluntad cuando la conciencia está esclarecida.  La religión y la Cultura, manifestaciones del Espíritu hoy amenazadas, nos ayudan en este menester.