¡Rota ha entrado en guerra!

Por Alfonso de la Vega

No se asuste, al menos de momento, el amigo lector.  No es una noticia sino el título de un relato medio de ficción agorera o profética de un antiguo prohombre socialista de los del camarada Felipe, me refiero a Luis Solana, ex presidente de Telefónica y hermano del también socialista siniestro secretario de la OTAN, Javier, el feroz bombardero de Belgrado y unos de los agentes del sangriento desastre yugoslavo.

Publicado en febrero de 1984, ya hace cuarenta años, el relato es breve, curioso, esquemático, interesante y sin embargo de rabiosa actualidad ahora que los diabólicos dirigentes de la arrumbada civilización occidental pretenden organizar su debacle final en forma de guerra abierta en territorio europeo de la OTAN contra Rusia.

Se narra un ataque nuclear de un submarino de la antigua URSS contra la base americana en Rota que deja tanto a la base norteamericana como a la antes pacífica y tranquila población gaditana y sus alrededores en humeantes escombros con miles de muertos y heridos.

Estupor e incompetencia se manifiestan en las poco previsoras huestes oficiales españolas tanto civiles como militares a las que el ataque les pilla en Babia. Nadie sabe nada y no tiene ni idea de qué hacer, pero el mando improvisa y mantiene la decisión y luego que sea lo que Dios quiera. Su Majestad, heroico jefe de nuestros despistados ejércitos y el gobierno huyen a La Granja y el parador de Segovia respectivamente, dejando a la capital y sus habitantes abandonados a su suerte, mientras los altos mandos militares se refugian en el túnel de Guadarrama, transformado en improvisado bunker antiatómico.

Los desinformados pobres súbditos españoles cual hormigas huyendo del hormiguero atacado se desparraman por carreteras colapsadas, convertidos por el Régimen en simples anónimas cabezas de títere a sacrificar por el Poder mundial. Se trata de provocar una razón para que luego se inicien de conversaciones entre las verdaderas potencias EEUU y la vieja URSS a fin de repartirse el botín planetario en otra etapa de la guerra fría. La elección de España como víctima y causa del comienzo de las negociaciones entre las potencias mundiales en realidad es anecdótica y se debería a nuestra singular indefensión y pertenencia a la OTAN como comparsa para hacer bulto, sin que cubra nuestra amenazas particulares más probables. España pone el territorio luego desolado y los muertos para fomentar los heroicos y filantrópicos negocios y favorecer nuevas formas de dominación de las auténticas potencias.

El asunto como puede verse no deja de poseer muchas similitudes con la actual situación prebélica. Pero también existen diferencias: ahora la potencia agresora inicial esa vez provocando a Rusia, que la vieja URSS ya no existe, fue la OTAN con cabeza de turco interpuesta de los pobres ucranianos sacrificados, dirigidos de modo vicario tras un golpe de Estado contra el gobierno electo por un usurpador pro OTAN, antiguo farsante judío, corrupto y drogadicto.  Y ahora incluso agotado su periodo de mandato presidencial. 

Se trataría de acorralar a Rusia cuyas importantes riquezas naturales ambicionan la plutocracia sionista y el deep state. Hacer frente a la emergencia de los BRICS y tratar de evitar el definitivo arrumbamiento del dólar como moneda de reserva y de intercambio del comercio internacional, incluidos los petrodólares, invento imperial del tenebroso Kissinger ideado e implantado hace medio siglo.

No deja de ser curioso que el relato ¡Rota ha entrado en guerra! Sea la lúcida visión de un socialista, aunque fuese de los del tipo fabiano, de los de antes, en vez de los comunistas mercenarios actuales. Las famosas puertas giratorias de recompensa para premiar la feliz gobernación han devenido en un totum revolutum sin puertas que ampara la feliz “gobernanza” el dominio del Gran Capital sobre lo Público. Una muestra de la degradación del socialismo europeo, antes y después de la actual organización del NOM y de la agenda 2030.

Pero este relato debiera servir de aviso sobre el negro futuro que nos espera gracias a la traición de nuestra clase política y empresarial. La OTAN y sus peones mercenarios habrían elegido la guerra para mantener su dominación mundial y Europa puede terminar acabando como la fulminada Rota. Suenan tambores de guerra en Europa azuzados por la plutocracia anglojudia que en nada tienen que ver con nuestros legítimos intereses nacionales. 

No se atreve a hablar con el presidente argentino Milei, pero después de la humillación de recibir al infame Zelensky como si fuese un héroe al que se le regalan miles de millones para su trapicheo mientras Su reino se ha convertido en el de la zona euro con mayor riesgo de pobreza. Pero, sin esperar siquiera la arrojada ministra de Defensa que a la sazón le tocaba de cabo furriela, Su Majestad vestido impecable de marino de guerra que hay que reconocer que es el uniforme que mejor le sienta, se ha marchado a las Repúblicas Bálticas a prometer armamento moderno para hostigar a Rusia, arengar a las tropas allí desplazadas en vez de proteger Canarias de las invasiones o las demás áreas de conflicto con los africanos. Por no hablar de la lamentable situación de inferioridad material, que roza la indefensión, de la Guardia Civil en su difícil lucha contra los narcotraficantes marroquíes en el Estrecho. Una muestra evidente más de cuál es Su jerarquía de prioridades o que la cosa está chunga y quiere hacer méritos con los amos.

Y aquí, en este calamitoso reino estamos muy distraídos con nuestros demonios familiares y a verlas venir. O peloteando en contra de nuestros legítimos intereses. El Imperio decadente con el concurso de la OTAN y la UE junto con una corte de cipayos de todas nacionalidades ha metido a la Europa de los pueblos y no solo a Ucrania en una trampa tremenda de la que esperemos al cabo pueda salir con el menor daño y sacrificio posibles.

Nos quieren suicidar. Otra vez, Los intereses creados se ciernen sobre la ciudad alegre y confiada. Podemos resultar una víctima fácil a sacrificar para logros del NOM: El curioso relato de Luis Solana resulta un aviso, de no ser profético.