José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno, ha intensificado las presiones sobre Pedro Sánchez para que deje la presidencia en favor de Salvador Illa, actual líder del PSC y presidente de la Generalidad, según informa Vozpópuli. Este movimiento, que busca garantizar la continuidad de la legislatura hasta 2027 con el respaldo de los socios parlamentarios, permitiría a Zapatero mantener una influencia clave en el PSOE desde la sombra. La propuesta surge en un contexto de crisis interna agravada por el caso Koldo y la querella contra Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, por presunto falso testimonio.
El encuentro entre Zapatero y Sánchez coincide con la entrada de la UCO en la sede de Ferraz para investigar a Cerdán, acusado de mentir sobre sus contactos con Koldo García y Víctor de Aldama en la Comisión Koldo del Senado. Este escándalo, destapado por grabaciones que implican a Cerdán y Ábalos en una trama de comisiones ilegales, ha debilitado a Sánchez, quien se reunió en secreto con Illa en La Moncloa el viernes 20 de junio, cancelando actos públicos para abordar la crisis.
Zapatero ve en Illa una figura capaz de estabilizar el Gobierno y calmar las tensiones internas. Sin embargo, fuentes catalanas dudan de la viabilidad de este plan, ya que Junts no ve con buenos ojos a Illa. En X, usuarios especulan que Zapatero busca proteger su propio legado, con algunos tildándolo de “capo” que mueve los hilos para salvar al PSOE.
Mientras tanto, el PSOE enfrenta un motín interno. Dirigentes como Emiliano García-Page y Susana Díaz son mencionados como posibles líderes alternativos, pero Illa gana terreno como opción de consenso. La UCO ha revelado un sistema de corrupción que salpica a figuras clave del “sanchismo”, erosionando la confianza en Sánchez. En este escenario, Zapatero apuesta por prolongar negociaciones con Junts para sostener la legislatura, una estrategia que ya ha empleado en temas como la amnistía.
Sánchez resiste, apoyado por su núcleo duro, pero la presión de socios como Sumar, ERC y PNV, junto a las críticas de Podemos, que considera la legislatura “finiquitada”, complica su posición. No debería ser tan difícil encontrar un recambio. Con el PSOE en crisis, líderes como Illa, respaldados por Zapatero, parecen opciones viables para renovar el partido y recuperar la confianza.