Aún podría haber cientos de víctimas en el parking subterráneo del centro comercial Bonaire

El aparcamiento subterráneo del Centro Comercial Bonaire en Aldaia ha quedado totalmente inundado en sus tres niveles, dejando una escena sombría y muchas preguntas para los equipos de rescate que intentan acceder al lugar. Con el agua alcanzando el nivel cero, como se ve en las imágenes, la situación parece desoladora y nadie sabe cuántos muertos se van a sacar de esa ratonera. Todo ello mientras el Estado en pleno, con la inútil ministre de Defense al frente, se muestra tan inoperante y cómplice de nuestras desgracias como siempre. Una señora que reconoce que necesita el permiso de los caciques políticos locales para desplegar el Ejército en una zona donde la gente estaba aislada, asustada y en la oscuridad. Rodeados de muertos y con cadáveres sepultados por todas partes.

Se inician las labores de drenaje de este parking de la muerte en Valencia

Este 2 de noviembre, los equipos de emergencia han comenzado las tareas de drenaje en el estacionamiento de Bonaire, en Valencia, pero las primeras evaluaciones de los especialistas no son alentadoras. El parking, con capacidad para más de 5,500 vehículos, se ha convertido en una trampa mortal para muchos que intentaron recuperar sus autos en medio de la gota fría que nos ha atacado de esta forma tan sospechosa.

Un testimonio impactante del ambiente en la zona inundada: «Chaval, lo que hueles es la muerte«. El panorama en Bonaire ha conmocionado a los habitantes de Aldaia, uno de los municipios más afectados. Los cuerpos de bomberos y otros equipos de rescate trabajan incesantemente para extraer el agua y facilitar la búsqueda de posibles víctimas en el interior, donde el número exacto de fallecidos sigue sin conocerse. Según algunos testigos, muchos vehículos permanecían dentro cuando lograron escapar del lugar.

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¿Cuál es la situación en el centro comercial MN4 de Bonaire ahora mismo? El parking subterráneo del Centro Comercial MN4, ubicado en Alfafar, enfrenta una situación igualmente desalentadora. Aún no ha sido posible acceder a su interior y se teme lo peor, dado que en otros puntos de la región las víctimas encontradas han sido halladas en vehículos o garajes particulares. La situación en ambos centros comerciales pone de relieve la magnitud de los estragos causados por la gota fría en la región de Valencia.

“Vete, anda, aquí no hay ningún jefe esperándote”

Eso sí, como de costumbre, los cómicos del PP verde amenizan el evento:

El Estado intenta ocultar los efectos de la DANA en el Centro Comercial Bonaire

Las autoridades dicen estar en alerta por la tragedia en Aldaia, pero la realidad es que nadie ha actuado hasta que ha sido demasiado tarde y a continuación han seguido vacilando. El catastrófico estado del Centro Comercial Bonaire, en Aldaia, ha sumido a las autoridades locales y a la población en una profunda conmoción y alerta. Según fuentes del Ministerio del Interior, existe gran preocupación sobre lo que podría hallarse bajo las aguas estancadas en el aparcamiento subterráneo del popular complejo comercial. Una gran preocupación para los familiares y los españoles de bien, claro. La Unidad Militar de Emergencias (UME), que ha desplegado equipos de buceo en el área, ha encontrado ya varios cuerpos en el interior del parking de Bonaire. El total de fallecidos es aún indeterminado y una chica decía en un video que su hermana, relacionada con la Medicina Forense, le había contado que se comentaba en esos ambientes que el número de fallecidos había llegado a los 800 en las salas de autopsia mientras a los tontos nos contaban que íbamos por 160. Pero esto no es más que el principio.

El desastre se desencadenó el pasado martes, cuando la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) azotó con una intensidad sin precedentes a la Comunidad Valenciana, afectando gravemente a localidades como Aldaia, aunque el alcalde de esta localidad decía que no se estaba contando la verdad sobre el impacto de la riada en esta zona. Bonaire, uno de los centros comerciales más grandes y frecuentados de la región, se encontraba en plena actividad, con tiendas, restaurantes y cines operando mientras cientos de personas disfrutaban de lo que parecía ser una tarde normal. Sin embargo, lo que comenzó como un día de ocio se transformó rápidamente en una pesadilla que las autoridades tan informadas en tragedias no adelantaron a nadie. Así es todo más emocionante.

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Más allá del caos general, la imagen más sobrecogedora es la de las escaleras mecánicas del centro comercial Bonaire, que se sumergen y desaparecen en la densa piscina de lodo en la que se ha convertido el aparcamiento subterráneo. El agua, marrón y turbia, permanece estancada, ocultando quién sabe qué en su interior. Ciertamente, decenas de vehículos inservibles flotan bajo la superficie, pero aún se desconoce si también habrá víctimas atrapadas, ya que, en su desesperación por huir, muchas personas intentaron escapar en sus coches. “Fue todo muy rápido”, comenta un vigilante de seguridad que custodia el perímetro del centro comercial más importante de la provincia de Valencia.

Aquella tarde de martes no parecía tener nada especial en Bonaire. De hecho, según estimaciones de fuentes del centro comercial, había alrededor de 650 personas recorriendo tiendas, comiendo en restaurantes o simplemente pasando el rato, además de los empleados de cada local. La alerta roja había reducido el aforo, ya que algunas personas prefirieron quedarse en casa. y tal vez alguien recordó que Bonaire se levantó sobre una zona inundable, con antecedentes de problemas en episodios de lluvias intensas. Para las siete de la tarde, algunas tiendas ya habían cerrado, y quienes aún quedaban escuchaban el sonido de las alarmas y una voz insistente: “Abandonen el edificio. Esto no es un simulacro”.

“¿Cómo es posible que minutos antes aún hubiera gente comprando?” Porque fuimos engañados

Un grupo de empleadas de Alcampo había bajado al aparcamiento con la intención de irse en coche, pero uno de los vigilantes de seguridad las convenció de regresar y las guió hacia la parte alta del centro comercial. “En ese momento, el agua ya había llegado a las primeras góndolas de Alcampo; cinco minutos después, los carros ni siquiera se veían”, relató una de las trabajadoras, quien, gracias a la intervención del vigilante, desistió de bajar a por su coche, lo que probablemente le salvó la vida. En cuestión de diez minutos, las cajas registradoras habían quedado cubiertas y todo flotaba, desde neveras hasta televisores. “¿Cómo es posible que minutos antes aún hubiera gente comprando?”, se preguntaba, temiendo que algunos de esos clientes se hubieran arriesgado a bajar por sus coches, atrapados en la angustiosa incertidumbre de no saber si todos lograron escapar a tiempo.

La UME espera una orden judicial para proceder con la recuperación oficial de los cuerpos

El agua que entró en el aparcamiento subterráneo alcanzó varios metros de altura, tal y como muestran las imágenes y relatan los testigos, incluido el alcalde de Aldaia. El aparcamiento, que cuenta con 5,800 plazas, se convirtió en una trampa mortal para los que intentaron alcanzar sus vehículos en un desesperado intento de escapar de la tormenta. Las escaleras mecánicas que conectan el aparcamiento con el centro comercial quedaron sepultadas bajo escombros y objetos arrastrados por la corriente, y los accesos desde la calle, tanto de entrada como de salida, permanecen totalmente anegados. La única vía de ingreso es mediante buceo.

Las labores de rescate están siendo complejas y desgarradoras. Los equipos de la UME entraron en el aparcamiento de Bonaire este viernes y, tras una primera inspección, confirmaron la presencia de cadáveres. «Es un cementerio», declararon fuentes cercanas a este periódico. Equipados con tanques de oxígeno y linternas de alta potencia, los buzos de la UME enfrentan una tarea extremadamente ardua y emocionalmente difícil. Las autoridades consideran que muchas de las víctimas descendieron al aparcamiento intentando alcanzar sus coches, mientras el agua inundaba los niveles superiores del centro comercial, pero se encontraron con que no podían luego salir: una trampa perfecta a varios metros bajo el torrente de agua de la superficie. Actualmente, la UME espera una orden judicial para proceder con la recuperación oficial de los cuerpos. Mientras tanto, continúan trabajando con autobombas para reducir el nivel de agua en el aparcamiento, buscando acceder de forma segura a las zonas más profundas. Las redes sociales han comenzado a mostrar imágenes impactantes de la devastación en el centro comercial, transformado en un espacio de lodo y agua estancada. Este trágico suceso ha convertido el parking del Bonaire en uno de los mayores focos de preocupación en la provincia y de todo el país. Aunque las autoridades aún no han revelado el número exacto de víctimas y nos ocultan, desde el principio, la magnitud del desastre, se teme que ese número sea considerable.

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La ministra de Defensa dice que no puede hacer tanto en España, pero en Marruecos sí

Recordemos que la misma ministra de Defensa que dice que no puede hacer nada y que los valencianos se tienen que arreglar ellos solos, que para eso son autonomía, envió a la UME y más recursos desde el primer momento a Marruecos cuando el vecino país sufrió un gran terremoto. Y esos soldados permanecieron hasta que la crisis se zanjó. Pero ahora vemos cómo nuevamente, al igual que ha sucedido con la española accidentada en Tailandia, los recursos ilimitados de este Estado soviético no alcanzan para ayudar en un desastre tan localizado en nuestra Patria. ¡Enhorabuena a los votontos, muy bien! ¡Vuestro sistema funciona de maravilla!