jueves, septiembre 19, 2024
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Cobardes y demasiado acostumbrados a la humillación y los abusos

El esperpéntico espectáculo que todos pudimos ver ayer en Barcelona de la mano de Puigdemont y compañía no es más que la consecuencia de algo que lleva sucediendo desde hace muchos años. La cobardía que implica tener miedo a no reaccionar cuando te humillan y abusan de ti solo puede traer consecuencias como estas. Y eso es exactamente lo que ha sembrado la mayor parte de la sociedad española: que pasen estas cosas.

Porque cuando los abusos se cortan de raíz, cuando el abusado reacciona contra el abusador desde un principio es imposible llegar a estos extremos. Pero todos nos hemos acostumbrado demasiado mal y hemos acostumbrado aún peor a la mafia que gobierna esta país, a los miembros de la casta dominante.

La incultura, la falta de interés por estar informado, el exceso de televisión, el acoplarse a los dogmas que nos imponen por aquello del qué dirán y porque lo hace una mayoría, tiene consecuencias nefastas. La única pregunta que nos queda por hacer es si esto es reversible, si tiene solución.

Pero tras ver lo sucedido ayer en Barcelona, tras ver a separatistas por un lado convirtiendo a Puigdemont en sufrido héroe y a no separatistas por el otro con cánticos, ya ridículos, en los que se ensalza a jueces perseguidores del malo que, en realidad, no han hecho nada por incapacidad o porque no se lo permiten, nos lleva a ser muy pesimistas.

Y es que, llegados a este punto lo que sucede en España solo se puede solucionar con una auténtica revolución social. Y no nos referimos a una revolución violenta, porque eso tampoco funcionaría y sería la propia sociedad la más perjudicada, nos referimos a una revolución de desobediencia generalizada ante gente que legisla con leyes que después no cumple de manera descarada y que obliga a cumplir con métodos cada vez peores.

¿Están los españoles dispuestos a solucionar sus vidas sacrificando una tranquilidad ficticia y con fecha de caducidad? Esa es la pregunta que nos hacemos y la respuesta que nos damos en estos momentos es «no».

¿Habrá límite en una paciencia que más que paciencia es cobardía? Lo dudamos mucho porque esta es una sociedad que prefiere una mentira que le tranquilice y le haga seguir cómoda, a una verdad que le duela.

Después la gente se sorprende y se indigna cuando vemos espectáculos como el de ayer. Porque tengan en cuenta una cosa, no es solo el asunto de que a Puigdemont se le haya dejado escapar, la cosa va aún más lejos. Es una nueva humillación a la gente de unos personajes que nos están diciendo «aquí mandamos nosotros y vamos a seguir haciendo lo que nos de la gana porque no sois más que unos pringados. Vosotros a seguir pagando y a callar».

EsDiestro
Es Diestro. Opinión en Libertad
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4 COMENTARIOS

  1. Los españoles no aprenden, se tragan todo lo que le venden, pandemias, farsas climáticas y todo lo que digan los que mandan, se creen que la OMS fue creada para protegernos cuando es para jodernos y que la satánica ONU vela por los derechos humanos, deben de estar drogados, las Naciones Unidas y todos sus derivados fueron creados para fastidiarnos, pero los españoles borregos e ignorantes siguen creyendo a estos delincuentes a estos mangantes. La ONU desde el principio fue creada después de la segunda guerra mundial para el nuevo orden mundial, ya lo intentaron después de la primera contienda con la Liga de las Naciones y no se la aprobó el senado y esto tiene que ver con el asesinato ritual del Zar de Rusia Nicolás II y de toda su familia, esos desgraciados no dejan a nadie que le estorba en sus planes con vida.

  2. Darle vidilla al tirano es de lo peor que podemos hacer en esta vida para no perder la autoestima, el respeto a uno mismo y la libertad. Todos los poderes utilizan la coercion, la amenaza y el castigo. Podemos decir adiós a una persona que quiera controlarnos pero ¿Qué hacer cuando el tirano lo es de una satrapía del imperio sionista masónico?

  3. Basta con salir una vez en la TV,y ya está.

    Luego ya se encargan los periodistas de RTVE de repetir un nombre millones de veces,como un mantra,batieron un record con el nombre de Artur Más,con Puigdemond,con Illa…

    Y está tortura subliminal,se graba en el subconsciente de la gente,y así es como sin saber cómo ni por qué,las masas aclaman a un personaje que no conocen de nada.

    Este personaje es hecho rico y famoso por los periodistas,y la gente se moviliza en su favor…lo demás ya lo veis,una vida de lujo,a tutiplen y todo tipo de impunidad.

    Basta con salir una sola vez en la TV pública,y ya está!.Hasta nosotros hemos picado y hablamos de lo.mismo.

    Por qué no hablar de los Royuela,del Presencia,etc.Por que los de RTVE no repiten millones de veces sus nombres.

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