Tras la muerte de Mazzini en 1872, los Rothschild nombran como sucesor a Adrian Lemmy, estando en la línea sucesoria Lenin y Trosky, de donde deriva la figura de Stalin, finalmente elegido líder de Rusia bajo el régimen comunista. El texto arriba indicado es muy claro: la intención es la imposición de su religión, el satanismo y el fin de cristianismo, siendo el objetivo básico de los movimientos marxistas, comunistas, socialistas, anarquistas y todos los que se derivan detrás, como feministas, abortistas, LGTBI o centrados en la ideología de toda la agenda 2045.
Para implementar este objetivo satánico, el mismo Mazzini propone tres guerras mundiales, dos de las cuales se han dado con una claridad absoluta. La primera, que ocurrió entre 1914 y 1918, cuyo fin es la imposición del comunismo en Rusia, la segunda, con doble objetivo: por un lado el enfrentamiento entre el fascismo y el comunismo de Stalin, así como la creación del estado israelí, y la tercera, que queda pendiente, en la que se enfrentarán la cultura judía con la musulmana, se desestabilizarán a todos los países del mundo (plandemias, crisis económicas, crisis institucionales, sociales, enfrentamientos ideológicos, destrucción de Europa a través del plan Kalergui) y, de paso, se reducirá la población mundial a niveles convenientes, siguiendo la teoría de Malthus. Todos sus actores fueron adecuadamente financiados, pero antes se celebró el primer congreso sionista internacional el 29 de agosto de 1897 en Basilea, de donde parten los planes para todo el siglo XX, con todos los protocolos y formas de orquestar la manipulación de las mal llamadas democracias. Ya estaba todo decidido y articulado.
Para poder implementar los planes de este primer congreso sionista se necesita de la Reserva Federal en los EEUU, cuya existencia se prohibió por 75 años por orden del presidente Morgan. Muchos fueron los agentes de esta operación encubierta, destacando el coronel Edward House de Texas, el cual fue considerado secretario de estado extra oficial durante el mandato de Wilson Woodrow, presidente de los EEUU a raíz de las elecciones de 1912. Este personaje siniestro está detrás de los nombramientos de los presidentes del estado de Texas desde 1893 a 1911 y fue un fuerte financiador del partido demócrata y de Woodrow, presidente del estado de Nueva Yersey antes de llegar a la casa blanca, teniendo encuentros cercanos desde el primero, que se dio en 31 de mayo de 1912. Tanto los Schiff, Warburgm, Kahn, Rockefeller y Morgan le dieron toda la confianza para crear este organismo privado y financiero, que tan fatales consecuencias tiene en el mundo en la actualidad.
La Reserva Federal requirió de su reunión secreta en la isla de Yekyll donde acudieron los siguientes sujetos: Nelson W. Aldrich, senador y presidente de la Comisión Monetaria Nacional, creada por Theodore Roosvelt con ocasión del colapso financiero de 1907, lo cual motivó su creación al año siguiente. Los anteriores llamados pánicos, de los años 1873 y 1893 fueron razones más que sugestivas como para crear este organismo, para evitar otras, planificadas por la banca de Londres, es decir, por parte de los Rothschild. Henry P. Davidson, socio de JP Morgan, Charles D. Norton, presidente del First National Bank of New York, Frank Vanderlip, presidente del National City of New York Bank, Charles D. Norton, emisario de Morgan y Paul Warburg, uno de los linajes que controlaban del Reichbank, junto a los Rothschild, fueron los más destacados invitados a ese encuentro de 9 días que se inició el 22 de octubre de 1910.
Por ello el plan pasó a tener el nombre del senador Aldrich y las universidades que se encargaron de su exitosa publicidad fueron las de Princeton, Harvard y la de Chicago. Era lo que se llamaba la liga de ciudadanos, trabajo que se presentó al congreso de los EEUU en 1911. Paul Warburg fue esencial en dicho proyecto, si tenemos en cuenta que antes de que decidieran hacer ese encuentro secreto el grupo hizo varios viajes por el banco central alemán. Una de las frases favoritas de este oscuro personaje era la urgencia de la movilización del crédito, siendo la primera tarea de la Reserva Federal la financiación urgente de los bancos europeos para dar lugar a la primera guerra mundial, la cual no podía ocurrir ya que las arcas estaban hartamente endeudadas.
Durante las elecciones de 1912 hubo tres candidatos; el republicano Taft, el demócrata Woodrow y Theodore Roosvelt, los tres con proyectos similares a la Reserva Federal, aunque el Wilson Woodrow lo denominó acto o proyecto Glass, presentado en la cámara de los EEUU el 18 de septiembre de 1913. Sin embargo, fue criticado por los verdaderamente interesados en la Reserva Federal por considerar que implicaría una subida de tipos de interés y un riesgo inflacionario. Lo cierto es que cuando ello se presentó en su propuesta en el senado el 19 de diciembre de 1913 surgieron más de 40 diferencias o desacuerdos entre ambas cámaras y se esperaba que el proyecto final se presentara pasadas las fiestas navideñas, razón por la que muchos representantes se fueron de vacaciones para estar cerca de sus familias, pero el voto sorpresa en ambas cámaras de manera inesperada el 22 de diciembre, eliminó todas las diferencias de un plumazo y finalmente la Reserva Federal fue firmada el 23 de diciembre, un día después por el presidente Wilson Woodrow. Ya tenían el arma perfecta y el control de las cuentas de los EEUU tras 75 años de resistencia y de asesinatos de dos presidentes y otros muchos intentos de matarlos. El plan de Albert Pike y Mazzini, podía al fin ver la luz, junto a todos los elaborados por Teodor Herzel, nombrado presidente de la Organización Sionista internacional en 1897.
El mismo declaró en dicho congreso:
“Es esencial que los sufrimientos de los judíos empeoren, esto ayudarán a la realización de nuestros planes. Tengo una excelente idea; voy a inducir a los antisemitas a liquidar a la fuerza judía. Los antisemitas nos ayudarán y con el propósito de apropiarse de la riqueza reforzarán la persecución y la opresión de los judíos. Los antisemitas serán nuestros mejores amigos.”