En una inesperada maniobra en el Congreso, los siete diputados de Junts per Catalunya han sorprendido al Gobierno al votar en contra de la propuesta de Sumar para regular los alquileres de temporada. Esta decisión de última hora, que inicialmente se esperaba fuera una abstención, frustró la aprobación de la iniciativa, que buscaba limitar los precios abusivos en alquileres temporales y de habitaciones.
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La votación estaba muy reñida, y la intervención del presidente Pedro Sánchez fue necesaria para intentar salvar la propuesta. Sin embargo, el cambio de postura de Junts fue determinante para que la ley no avanzara, con 178 votos en contra. La propuesta había generado controversia por incluir medidas restrictivas, como la prohibición de comprar viviendas en zonas tensionadas, lo que incluso había causado recelo dentro del propio PSOE.
Fuentes cercanas a Junts indicaron que su voto fue un mensaje claro al Gobierno, subrayando la necesidad de negociar cada ley con ellos y anticipando las tensiones en torno a los próximos presupuestos generales. Esta decisión también generó tensiones con otras fuerzas aliadas del Gobierno, como ERC, cuyo portavoz acusó a Junts de priorizar intereses particulares sobre las necesidades de la ciudadanía.
Por su parte, Jordi Turull, secretario general de Junts, aclaró que su grupo no había cambiado de postura, sino que su voto respondió a lo que consideraban una invasión de competencias de Cataluña.