Estética y Verdad contra el caos

Por Alfonso de la Vega

El apogeo del vicio, las más bajas pasiones y las miserias humanas han sustituido al de los placeres morales e intelectuales, arrumbando los misteriosos encantos de la Cultura, la Naturaleza o del Arte que nos elevaban sobre la escoria pasional del hombre embrutecido. La hermosura tiene que ver más bien con los sentidos mientras que la belleza con el entendimiento. Para Plotino, influido por la escuela de Pitágoras y por el platonismo, significaba la unidad de la forma impresa por la armonía entre los varios elementos del Ser. Platón explicaba que la Belleza era el resplandor de la Verdad. Más modernamente, nuestro Espinosa que la corrupción del entendimiento es la primera y principal de las corrupciones.

En general, a lo largo de la civilización se identifica íntimamente la Belleza con el Bien.

Esto explicaría el bochornoso espectáculo ofrecido por la República Islámica francesa con motivo de la inauguración de sus grotescos Juegos olímpicos parciales y sectarios en medio de las obligadas ausencias, la suciedad y el caos. Un rendido homenaje de orgulloso género al presidente, una cobarde burla de estos mal nacidos al Cristianismo y acaso a la propia genuina tradición francesa. Aunque a lo mejor no tanto si conecta con los crímenes de la Revolución también resaltados en el acto o los salvajes asesinatos, saqueos, rapiñas y devastaciones de cuando la francesada.

Otro espectáculo no menos bochornoso ha sido el ofrecido en el pretendido templo de la supuesta soberanía norteamericana: el Congreso de EEUU. Sí, pese a lo que presumen los EEUU no son una “democracia”, sino un teatro plutocrático donde las diferencias estratégicas se resuelven mediante atentados o juegos amañados. Como un solo norcoreano los impostados «representantes» del pueblo norteamericano aplaudiendo a rabiar al sanguinario capo actual del sionismo. No, no era el teórico presidente Biden, ni tampoco el famoso tirano de Corea del Norte, sino un tipo reclamado por el Tribunal Penal Internacional  por terribles crímenes de guerra contra población civil indefensa que se desempeña como auténtico presidente de EEUU. Para tan alta ocasión de humillación y servidumbre el prohombre sionista perpetró un discurso contra la razón y el conocimiento más elemental de la historia. Una Estética lamentable la de los «representantes» aplaudiendo de modo entusiástico, puestos de pie enardecidos, al servicio de la corrupción y de la impostura. Una auténtica vergüenza, pero también la demostración obscena y palpable de quienes detentan impunemente el poder mundial sin ninguna cortapisa moral, intelectual o estética. Y ya ni siquiera lo disimulan.

También en América otro pintoresco espectáculo reciente digno de ser comentado. La dictadura bolivariana ha impedido la entrada a una delegación pepera liderada por el intrigante González Pons que pretendía asistir a las importantes votaciones de este domingo. Lo del PP es rizar el rizo de la hipocresía: los cómplices del socialismo en la UE, que apoyan a la corrupta belicista tramposa Von Leyden, los mismos que llegan a compincharse con el Maduro español para repartirse la Justicia como botín, o resultan incapaces de denunciar los propios fraudes electorales en este infortunado reino, se van a dar lecciones de democracia y honradez al otro lado del Atlántico. El PP es incapaz de arreglar el problema de España, al revés, forma parte fundamental del mismo, y ¿pretende arreglar Venezuela? Ahora bien, pese a todo no estaría de más intentar buscar alguna enseñanza para aviso de cínicos: la situación actual de Venezuela mostraría que la convivencia de una dictadura real con votaciones manipuladas para dar una apariencia de cierta democracia al engendro, pese a lo que antes se creía, no resulta sostenible a largo plazo. Más pronto o más tarde hay que tirar por uno u otro camino. O bien un proceso reconstituyente y constituyente o mal: la dictadura sin tapujos y a cualquier coste.

Otra farsa, y eso que en España ya no cabe un farsante más. En el momento de escribir estas líneas se rumorea que el protegido globalista forajido Puchimon pudiera regresar a España a través de la frontera francesa, aumentando la gusanera del caos ya existente en el degradado reino filipino. Si al final se le detuviese la foto icónica no se sabe si será como la famosa del Lute o la del arco del triunfo de las glorias catalanas.