No nos volvamos locos, ni los unos son buenos, ni los otros malos. Es más, la realidad de lo que estamos viendo nos demuestra que todos, desde Putin a Zelenski pasando por todos los líderes del mundo globalista son tremendamente malos y se dedican a tomar peligrosamente el pelo a toda la población.
El pasado fin de semana se ha producido un supuesto intento de golpe de estado en Rusia encabezado por el líder del «Grupo Wagner»: Yevgeny Prigozhin. Según las informaciones que se han ido ofreciendo en este lado del mundo, Prigozhin se habría rebelado contra Putin debido, principalmente, a un enfrentamiento con el Ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu.
El asunto, que ha olido a chamusquina desde un principio, ha sido inicialmente sofocado por las autoridades rusas, reinando ahora lo que podría llamarse una tensa calma, que no sabemos si es también impostada o real.
El caso es que todo el mundo ha asistido expectante a todos los acontecimientos, sin encontrar ninguna explicación mínimamente lógica al respecto. Lo que si que nos hemos olido, desde un principio, es que podría haber una implicación del occidente globalista en todo este asunto, encabezada, cómo no, por los Estados Unidos.
Y por lo que parece, esa sensación que tenemos muchos también se tiene en Estados Unidos. Según publica el digital ‘Gateway Pundit‘, Prigozhin podría haber recibido unos 6.000 millones de dólares de la CIA por haber protagonizado el intento de golpe de este pasado fin de semana.
Por otro lado, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, también denunció que “los servicios extranjeros” estuvieron involucrados en el intento de golpe del sábado: “No quiero decir quién estuvo involucrado desde el exterior, pero no tengo dudas”.
Nosotros tampoco tenemos dudas…
Autogolpe de Estado para legitimar a Putin.