Emma Tucker, la editora jefe del Wall Street Journal, reflexionó en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos sobre una época pasada en la que el público aceptaba sin cuestionar lo que los principales medios de comunicación les presentaban, lamentando la pérdida de ese período.
Durante un panel sobre «Defendiendo la verdad», Tucker destacó que el surgimiento de medios alternativos ha quebrado el monopolio informativo de los medios corporativos. «No hace mucho tiempo, éramos los dueños de las noticias. Éramos los guardianes y dueños de los hechos», comentó Tucker.
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«Si el Wall Street Journal o el New York Times decían algo, se consideraba un hecho. Sin embargo, hoy en día, las personas tienen acceso a diversas fuentes de noticias y son más escépticas sobre lo que decimos», continuó Tucker. «Ya no es suficiente afirmar lo que sucedió; casi debemos explicar nuestro trabajo. Los lectores desean comprender cómo obtenemos nuestras historias y quieren conocer los procesos detrás de ellas».
Tucker enfatizó la necesidad de una mayor transparencia en la recopilación de noticias, indicando que ahora es esencial «levantar el capó», algo a lo que los periódicos no están acostumbrados, para explicar detalladamente a las personas cómo se obtienen y desarrollan las noticias.
Estos comentarios coinciden con el tema central de la reunión de Davos de este año, «Reconstruir la confianza», en un contexto de colapso de la confianza pública en las principales instituciones después de la pandemia de Covid. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también abordó la cuestión, destacando la «desinformación y la información errónea» como las amenazas más graves en 2024. Von der Leyen instó a la colaboración entre gobiernos y empresas para combatir la «desinformación a escala industrial» que desafía las narrativas oficiales del establishment.
Quizás nos lo puedan decir a todos más alto, pero no más claro. Es un hecho que, en este mundo globalista, existen, desde hace mucho tiempo, dos conceptos que parecían solo usados en novelas de ciencia ficción: el ministerio de la verdad y el pensamiento único. Y esta gente lucha por mantenerlos porque, evidentemente, tienen miedo de que la verdad se conozca y ahora están en riesgo real de ser desenmascarados.
Ahora es cosa de todos el defendernos porque esto no solo afecta a los medios alternativos, afecta a toda la sociedad.
Ursula von der Leyen, El presidente de la Comisión Europea tiene una conexión un poco menos perniciosa con el período nazi (e irónicamente con Ucrania). Su abuelo, Carl Albrecht, un comerciante de algodón de Bremen que hablaba ruso, trabajó para el Ministerio de Asuntos Exteriores nazi y organizó los aspectos económicos del Pacto Molotov-Ribbentrop en 1939. Una vez que Alemania invadió la Unión Soviética, su abuelo fue importante para el Ministerio de Relaciones Exteriores. Carl Albrecht se dedicó principalmente a los asuntos ucranianos entre 1941 y 1943, en el apogeo de las atrocidades de los nazis y los nacionalistas ucranianos en Ucrania.
Otro tanto podríamos decir de Ángela Merkel a la que algunos sitúan como hija biológica de Hitler.
Quizás estos temas no sean adecuados para la vara de medir moral…de los que dirigían los medios de información,casualmente o no reunidos todos en la UE en sus conceptos globalistas,formando por así decirlo un lobby de intereses personales,mas que intereses del pueblo europeo.