En la iglesia de María Magdalena de Rennes-le-Château, un elemento a tener en cuenta son las catorce estaciones del Vía Crucis. En regla general, las estaciones se sitúan en el sentido de las agujas del reloj, mientras que en la iglesia de Rennes-le-Château, se sigue el orden inverso. Además, se puede observar diversas anomalías en varias estaciones, como la repetitiva aparición de la mezquita de la Cúpula de la Roca, construida en Jerusalén en 691 o, en la octava estación, la mujer arrodillada que abraza a un niño vestido con falda escocesa, hecho que podemos vincular con el Rito Escocés de la Masonería. Asimismo, en la estación decimocuarta, Jesús no resucita en su sepulcro, sino que aparentemente es trasladado a toda prisa por varios hombres durante la noche y la posición de su herida en el costado es errónea porque la imagen se encuentra invertida dentro del conjunto de un vía crucis ya de por sí invertido. Para poder observar el lado correcto, es preciso utilizar un espejo.
Como último elemento curioso citaremos la zona del altar, al fondo de la capilla, que está resaltada por dos estatuas. A mano derecha, la Virgen sostiene un niño en sus brazos, a la vez que frente a ella encontramos a San José que también sujeta un niño en brazos. La iglesia contiene dos niños. Este hecho ha suscitado mucha polémica sobre la identidad de este infante que podría ser un hermano de Jesús, del cual hubiera descendencia hasta el día de hoy. De ocultar esto se encargaría la sociedad secreta Priorato de Sión. Para más inri, dos pergaminos escritos en latín, con caracteres encriptados por el abad de Rennes-le-Château fueron hallados en el interior de uno de los dos pilares visigóticos que sujetaban el altar antes de la restauración. Aplicando varios métodos de descifrado mediante una palabra clave que se encuentra grabada en una tumba del cementerio de la villa, el segundo de los pergaminos revela la siguiente frase:
“ Pastora sin tentación, que Poussin y Teniers custodian la clave- paz 681 – Por la cruz y este caballo de Dios – mató este demonio custodio a mediodía- Manzanas azules».
El iniciado Nicolás Poussin, pintor neoclásico francés del XVII fue el creador de la pintura Los Pastores de la Arcadia, donde dos pastores y una mujer señalan una antigua tumba. La relación con Rennes tiene que ver con un sepulcro real, la tumba de Cardou, situada en el valle del Aude, cerca de un bosque de la localidad de Arques, y que fue el lugar de descanso del rey merovingio Childebert IV–681-711, rey de Neustria y de Borgoña. La tumba fue destruida por el propietario de las tierras a mediados de la década de los 80, justo cuando comenzó a popularizarse el enigma de Rennes-le-Château.
El demonio custodio describe a Asmodeo. Y las manzanas azules se refieren a un curioso efecto luminoso que se produce en la iglesia de Magdalena cada 17 de enero. Con los primeros rayos del amanecer, la luz proyectada a través de una de las vidrieras es reflejada en la forma de varios círculos (manzanas) de un color azulado. Tras recorrer la iglesia, las luces convergen en el cáliz situado en el centro del altar. Lo curioso del caso es que el 17 de enero de 1917 fue la fecha cuando el abad Bérenger Saunière (el depositario del misterio de Rennes) sufrió una apoplejía que le dejó postrado en cama, seguramente envenenado por los descendientes de los merovingios, que son asimismo descendientes de la tribu israelí de Dan. El párroco murió 5 días después, el 22 de enero de 1917.
El misterioso 17 de enero de 356, es también el día de la muerte de San Antonio Abad, uno de los santos representados en el interior de la iglesia. El cuanto al 17 enero de 647, es el día de la muerte de San Sulpicio, arzobispo de Bourges. La iglesia de San Sulpicio de París está muy vinculada al enigma de Rennes. Además, el 17 enero de 715 murió Dagoberto III, rey merovingio de Neustria y de Borgoña. El 17 de enero de 1329, murió la cartuja Santa Roselina de Villeneuve, muy vinculada a Santa Germaine de Pibrac cuya estatua se encuentra también en Rennes-le-Château (el 17 de enero de 1579 corresponde a la supuesta muerte de Germaine de Pibrac que se celebra el día de la de Roselina).
En 1871, Francia estuvo sitiada por Alemania, la cual invadió todo el norte del país. El gobierno provisional francés se había refugiado en Burdeos mientras que el rey de Prusia se había instalado en Versalles. En enero, el ejército prusiano estaba en las puertas de Laval, a 50 kilómetros de Pontmain, en la región de Mayenne. El 17 de enero, dos niños, Eugène y Joseph Barbedette, mientras trabajaban en la granja familiar presenciaron la aparición de una mujer con un vestido azul noche sembrado de estrellas (pentagrama), con un velo negro y una corona de oro en la cabeza. La aparición se inscribía en medio de un triángulo formado por tres grandes y brillantes estrellas. Lo mismo pasará un siglo después entre 1961 y 1965 en Garabandal como lo declaró Conchita Gonzalez: “La virgen venía en un triángulo luminoso, con un gran ojo en el centro, a modo de vehículo estelar”. Al día siguiente, el 18 enero de 1871, las tropas francesas en Laval lograron detener el avance de los alemanes, que se retiraron.
Las apariciones de Pontmain están vinculadas con Rennes-le-Château por la fecha elegida por los descendientes merovingios. Resulta que una inmensa necrópolis merovingia ha sido encontrada en 2002 en la región de Mayenne debajo del pueblo llamado Ménil, a 42 kilómetros de Laval. Con un propósito de defensa del territorio, se pudieron unir las fuerzas militares con las fuerzas angelicales (caídas) o extraterrestres, lo que viene a ser lo mismo.