En la España cobarde en la que vivimos no paramos de ver continuas demostraciones de esa cobardía. Las redes sociales se inundan de mensajes de supuestos disidentes, de supuestos opositores al régimen que, simplemente, cuelgan vídeos de Ana Rosa Quintana, Losantos, Carlos Alsina o Carlos Herrera, solo por poner algunos ejemplos.
Nosotros hace mucho tiempo que hemos dado la espalda a esos periodistas/actores cuando comprobamos su comportamiento y sus mensajes a lo largo de toda la farsemia sanitaria. Mucha oposición al régimen sanchista pero a la hora de vendernos a todos el brebaje han salido en tromba con idéntico discurso oficial.
Si verdaderamente fueran lo que dicen ser, si verdaderamente fueran una oposición real al gobierno de Sánchez, no solo habrían acabado con él hace mucho tiempo, también habrían salvado muchas vidas.
Pero se quedan en simples discursos políticos, más o menos grandilocuentes, para que parezca una cosa distinta a la que en realidad es.
Y a una buena parte de la sociedad le ha pasado lo mismo porque, después de todo lo que ha ocurrido y con la infinidad de asuntos con los que se puede atacar a Sánchez, resulta que el grito de guerra se ha quedado en un simple «que te vote Txapote», cuando ni siquiera se exige una limpieza electoral que no tenemos.
Mientras tanto, seguimos esperando una reacción. Mientras tanto, seguimos preguntándonos acerca de que es lo que tiene que pasar para que la gente despierte. Seguimos esperando, desesperándonos…