Milei, sí; Milei, no

Por Alfonso de la Vega

En España la cosa analítica no da para más. La polémica se agota en si Milei tiene razón o no al denunciar la corrupción de la mujer del heroico valido gran timonel de Su Majestad. Una suerte de hipotética explosiva mezcla entre Imelda Marcos y la Elena Ceaucescu. VOX apoya a Milei, y el PP leal escudero de la PSOE, lo critica. Desde luego está feo, es poco delicado y contra las costumbres diplomáticas, ser invitado a un país con el que se tienen grandes lazos históricos y criticar a la mujer del mandamás. Aunque tenga más razón que un santo y sea como respuesta a una provocación anterior de un patán de la horda ministerial sanchista.

Se cuenta una anécdota del general Franco, cuando en ocasión parecida fuera insultado por el presidente Echeverría de Méjico. ¿Me ha insultado a mí o a España? Han sido insultos personales, Excelencia. En ese caso no está justificada ninguna acción que implique sacrificio de los intereses nacionales.

Sabemos también que Milei está agradecido a Abascal porque le apoyó cuando era candidato, una amistad personal que recuerda un poco la del general Perón con Franco y que en un momento muy delicado para España palió la hambruna provocada que padecíamos gracias, así conviene reconocerlo, a la siempre filantrópica labor de nuestros actuales queridos socios anglojudíos.

Ahora bien, ¿qué cabe pensar desde el punto de vista geoestratégico?

Brevemente, porque el asunto es de calado y requiere mayor profundidad, cabe indicar:

El peronismo argentino en la medida que se parezca al corrupto y liberticida socialismo de la PSOE merece la crítica del ciudadano libre, honrado y de buenas costumbres. Por tanto sus enemigos debieran ser nuestros amigos. Pero la cosa no está clara en este caso.

El mismo hecho de que Milei viaje en un avión judío simboliza la situación.

En realidad, detrás de Milei más que un auténtico proyecto de recuperación de la soberanía argentina y de liberación nacional se encontraría la hegemonía unipolar, el G7, la anglosfera, el sionismo, la plutocracia judía e incluso un posible Plan Andinia de apropiación y segregación sionista de la mayor parte del Sur de Argentina.

Si es malo el socialismo y su exceso de intervencionismo con su correlación de despotismo y corrupción obligada tampoco es bueno que el Estado se privatice y desaparezca dejando a las sociedades sin regulaciones o sin ordenamientos jurídicos de protección, indefensas ante un Gran Capital internacional desregulado. La naturaleza del Estado no debería ser desnaturalizada ni por el socialismo ni por el ultraliberalismo en el sentido anglosajón del término.

La sustitución del viejo peronismo por el nuevo ultraliberalismo en nuestra querida Argentina pudiera representar al final el cambiar el dogal de la deuda odiosa por el del saqueo de sus recursos naturales y su desmembración territorial. Aún peor si cabe. Y lo de las Malvinas seguirá igual. Milei ha rechazado su incorporación a los BRICS y con los recursos naturales argentinos se va a apuntalar el dólar y el declinante imperio unipolar anglojudío.

Si Argentina se transformase en una especie de laboratorio político social como parece, cabría especular con que desgraciadamente puede suceder que el experimento Milei termine mal.

Por aquello de poner los pelos a remojar esto debiera ser motivo de análisis entre los que tratan de salir de la debacle del régimen borbónico actual. No salir de Málaga para meterse en Malagón.

Claro que nosotros no tenemos muchos recursos naturales, nuestra industria ya ha sido desmantelada sin piedad y el sector agroforestal, saboteado. La población envejecida y crecientemente pasota y embrutecida debido a la propaganda de los infames media, la decadencia cultural, el ninguneo del español como lengua común y el fracaso educativo. Nuestra lamentable casta dirigente, infectada de socialismo como dice Milei,  carece de patriotismo e interés por el bien común y ni se molesta siquiera en reclamar Gibraltar aunque solo fuese por disimular un poco de dignidad  de la que carece. Tenemos una mina del tan deseado litio al lado de Cáceres a explotar por capital australiano, pero no poseemos las quintas reservas mundiales como Argentina. El Salar de Hombre Muerto posee mucho litio, mineral crítico para las nuevas tecnologías limpias y la llamada economía descarbonizada. Tampoco disponemos de unos yacimientos de gas esquisto como los de Vaca Muerta apetecibles por el ávido gran capital. Y carecemos de importantes acuerdos de colaboración con China.

Nuestra opción para un hipotético y muy difícil regeneracionismo es intentar recuperar nuestra dignidad como pueblo, nuestro capital humano. Lo demás, vendría por añadidura. VOX debe definirse con claridad. No basta solo con oponerse al desastre actual sin ofrecer una alternativa definida.  Si lo que VOX pretende para España es el modelo ultraliberal en el sentido anglosajón de paulatina desaparición del Estado, estamos listos y lo mismo hay que rogar, como el pobre paralítico de Lourdes, “Virgencita, virgencita, qué me quede como estoy”…