Artículo de Alfonso de la Vega
«El hombre no debe dejar que la muerte reine sobre sus pensamientos en nombre de la bondad y del amor.” (T. Mann)
Las siniestras reuniones anuales del Foro Económico Mundial se celebran en Davos, la ciudad de mayor altitud de los Alpes suizos. Todo un acto político, costumbrista y social que durante unas pocas jornadas reúne a plutócratas, arribistas y políticos, poderosos verdaderos y figurantes, ambiciosas castas doncellas de virgo remendado, junto con miles de personas alrededor de la antigua montaña mágica glosada por Mann. Distraídos aquí de lo más importante con las reyertas tabernarias de nuestros probos políticos que previsoramente se han preparado un código penal a su medida, el culebrón de cuernos, disimulos y embustes de la Corona, o con la deriva cómplice y pusilánime de Feijoo dispuesto a hacerse un merecido hueco como colaboracionista de la coalición gobernante, ha vuelto otra vez la pesadilla de Davos.
Entre la nieve alpina la epifanía falsaria en cuerpo mortal, con toda gloria y hosannas, se produjo con los monopolistas y cleptócratas del IBEX como tiernos e ingenuos pastorcillos adoradores del dictador. Un psicópata sin freno que aprovecha el zoco abigarrado de Davos para vender que su gobierno lava más blanco. Alguna de las declaraciones del falsario insinúan un acuerdo oculto con los populares: como la necesidad de gobernar la UE desde el centro, mientras el traidor y nefasto gobierno alemán intenta la ilegalización partido patriótico germano, el más importante en este momento. Lo de que en España hay «paz social y estabilidad política», algo «que no se ve en otros países de Europa», ya es para matricula de honor en cinismo y canallería.
Esta edición pos o entre plandémica con provocada guerra en Europa incluida, ampliada ahora al Oriente medio, puede constituir una especie de epitafio que acaso nos sirva para constatar el actual fracaso de la civilización occidental basada en Grecia, la Ilustración y el Cristianismo. Un fracaso que es resultado de un sabotaje perpetrado por sus dirigentes.
Aunque el fraude del calentamiento global se compadece mal con una Europa aterida de frío, siguen las amenazas tan graves como la llamada Agenda 2030. Convertida en nueva Biblia de nuestros heroicos próceres mercenarios de cualquier disfraz, promocionada por visionarios malvados como los judíos invertidos Schwab y Harari apoyadas y financiadas por los más filantrópicos oligarcas y plutócratas criminales, amén de los no menos ejemplares Partido Comunista chino o Demócrata americano.
“Sine agricultura nihil”. Como ingeniero agrónomo me duele especialmente la consigna de una davosiana mercenaria hideputa que sostiene que la agricultura, la ganadería y la pesca son un ecocidio.
Una de las moralejas que nos han deparado los últimos tiempos es la constatación que la Plutocracia mundial ha abandonado la idea de la conveniencia de la democracia, siquiera en forma de simulacro tramposo con cartas marcadas de tahúr, como fuente de legitimación de su poder. Y que busca nueva legitimidad para su dominación en el logro de objetivos tecnocráticos mohatreros al servicio de una Dictadura plutocrática global sin cortapisas de naciones, culturas o leyes. Tras milenios de civilización occidental ahora los poderosos nos quieren hacer creer que la terrorífica China comunista es el modelo a establecer. La desvergüenza y e impunidad de los actuales dirigentes les hace confesar las mayores aberraciones, así su deseo de implantar una censura férrea al servicio del Poder, o la IA, o el dinero digital, o la “vacunación” obligatoria. La agenda 2030.
Sin alimañeros en el horizonte, presentada como el no va más de la filantropía la pasarela de alimañas en Davos es una auténtica vergüenza para la Humanidad.
La montaña mágica era Davos
Davos, hoy foco de magia negra, no siempre ha significado lo mismo. En los tiempos de La Montaña mágica del Nobel Thomas Mann era un lugar para reponer la salud, no exento de oportunidades para el debate de ideas. Hans Castorp fue a visitar a su primo Joachim Ziessem en Davos, donde convalecía de una grave enfermedad en el sanatorio internacional Berghof. Como el pobre Joachim co-protagonista en la novela de Mann la civilización occidental también sufre hoy una grave enfermedad de diagnóstico incierto y de terapias harto problemáticas, acaso fallidas que también pueden derivar en fatales desenlaces. Asistimos con esto de la posmodernidad y la posverdad al aparente fracaso actual, y al menos parcial, de los herederos del barón Holbach y su famosa Moral Universal. Obra estandarte en ese ámbito de la Ilustración y la Enciclopedia. Hans Castorp asiste más como espectador que como protagonista a la pugna ideológica entre Agostino Settembrini, masón descendiente de carbonarios italianos representante en la novela de la causa de las ciudades, del manchesterismo, de la explotación del tiempo, radicalmente enfrentado en sus debates con Naptha, judío converso, jesuita y partidario de la tradición católica.
Formas diferentes de entender la civilización en todo caso, pero el debate actual de Davos supone la negación de la civilización como corolario del negar el alma al hombre. Cada vez más asimilado a una variante del ganado con el que se puede hacer cualquier cosa, incluso experimentos genéticos o sacrificarlo. Es el transhumanismo, el hombre como robot, carente de derechos, esclavo como goyin de usar y tirar al servicio del sionismo.
Frente a la actitud casi de violencia con la que el hombre quiere dar cuenta del mundo, a través de la ciencia y la técnica, incluso con aberraciones criminales como la de la Cuarta Revolución Industrial de Schawb, sería mejor la sabiduría y la verdad del Arte, una de las posibles revelaciones del Ser que las muestra para que pueda ser contemplada. El Arte revela acontecimientos, abre diversos mundos, incluido el espiritual. Tal es la opinión de Heiddeger que considera al artista como un intermediario con la realidad. El artista sería una especie de médium del Ser que permite se revele en su obra.
Uno de los momentos más sugestivos y emocionantes en la obra de Mann es la sesión de espiritismo donde se hace aparecer la sombra del primo Joachim, cuyos ojos dulces pero sombríos se dirigían interrogantes a Hans Castorp. Pero hay otras sombras muy importantes que se nos aparecen y nos hablan desde la Metafísica, la Cultura, los libros y el Arte. Y que, como Antígona, nos instan a que nos defendamos, a que no nos dejemos avasallar por el despotismo y la tiranía.
En la crisis actual, con Davos presa de la magia negra, aparece la mal enterrada y clásica Tradición paradójicamente identificada con las diferentes culturas nacionales, con los dasein heiddeguerianos de cada país, mejor o peor interpretada por los guelfos blancos o negros. Al igual que en la sesión citada se debería escuchar y debatir su mensaje.
Si dejásemos hablar al Arte, y nuestro presente problema de civilización se debería más a la crisis metafísica que lo meramente técnico, podríamos recoger el sabio mensaje genuinamente liberal cervantino. La desconfianza y advertencia contra los malos pastores que sustituyen a los lobos alimañas devora rebaños de El Coloquio de los perros. Los sabios consejos, remedo de los de Platón a Dion de Siracusa, de don Quijote a Sancho gobernador. No todo vale, la actividad humana y política debe esta sometida a principios éticos y metafísicos de orden superior, que no pueden ser modificados por déspotas ni tiranos. Un modelo que siempre estará vigente porque representa el orden espiritual de las cosas. El hombre está hecho de pensamiento, voluntad y amor. Puede pensar lo verdadero o lo falso; puede querer el Bien o el Mal o puede amar la Belleza o la Fealdad. Lo insólito y preocupante es que las actuales élites dominantes hayan adoptado las segundas opciones e intenten imponerlas con mentiras, sangre y fuego.
Pero la resistencia será, habrá de ser, en otro “Davos”, más parecido al de Mann y sus criaturas de ficción. El de las Letras, la Cultura y el Arte. El mundo platónico de las Ideas, encarnado en las diferentes tradiciones nacionales, hoy desacreditado y puesto en almoneda.
Y al cabo, la necesidad de recuperar alguna forma de Metafísica que nos permita sobrevivir aunque sea en modo latente a las actuales mortales amenazas que representan las feroces e insaciables alimañas de Davos.
El problema es el ejército suizo, que protege y blinda a lo más ruin y criminal de la humanidad, cuando lo correcto es precisamente tenerlos reunidos para «reducir su población» y eliminar su «huella de carbono» para siempre. No han existido en la historia de la humanidad tiranos más cínicos, psicópatas y salvajes que todos esos demonios ahí concentrados.
De todas formas las alusiones a acabar con la agricultura son la forma ya casi directa de decir que van a retirar el alimento de la boca de la humanidad para que perezca para ver hasta qué punto está hipnotizada de hecho la masa y destruidos los mecanismos nacionales para no reaccionar ante una amenaza/ declaración de intenciones insuperablemente extrema y delirante. Por mi parte creo que la desgraciada a la que sacan para decir esa bestialidad funciona bajo hipnosis. Creo que ni siquiera los supuestos despiertos y disidentes terminan de asumir hasta qué punto es real este tema de la hipnosis y el control mental.
Gabriel Araujo:
Ni una prostituta disponible en Davos, celebra B. Konrad, el dueño local de escorts «Titt4Tat».
El WEF que te alecciona sobre cambio climático y feminismo, ha acaparado por 2.500 euros la noche, todo el sexo de pago de Davos durante toda la semana.
https://themessenger.com/business/prostitution-sex-worker-wef-world-economic-forum-davos-a-list-parties…
Uniros a la petición mundial de la retirada del despliegue de torres radar con antenas 5G-5L,ya que es su principal arma:
https://www.5gspaceappeal.org/