Si tuviéramos que definir los tiempos que estamos viviendo con una sola frase, esta sería: «peor imposible»… ¿o «todavía puede ir peor»? A pesar de lo que se nos intenta vender desde medios de comunicación afines, políticos pelotas más que identificados y el propio gobierno, la cosa en España va de mal en peor e incluso peor de todo lo malo que cualquiera pudiera imaginar.
Venenos, precios, saqueos, tomaduras de pelo… son incontables los desastres provocados por un agendista sin escrúpulos como Sánchez y da miedo imaginar hasta dónde pueda llegar viendo su absoluta falta de escrúpulos y la paciencia y cobardía demostrada por una sociedad lamentable.
Y es que, como sociedad experta en arreglar el mundo en los bares, parece que solo llegamos hasta ahí, hasta la bravuconada, hasta la exposición teórica y en el tiempo en el que tardemos en consumir dos cañas.
Mientras tanto los agendistas e ideólogos de todo esto siguen avanzando sin miramientos y con un objetivo claro marcado, tras comprobar el nivel de sometimiento de la gente en ese test de inteligencia y de valentía, que fue lo que se probó a lo largo de toda la farsemia.
¿Habrá algún límite? ¿Tendrá límite nuestra paciencia? ¿Pondremos coto a todo esto, sabiendo, además, que somos nosotros mismos los que estamos financiando al enemigo? A medida que pasa el tiempo nuestra esperanza es cada vez menor, aunque todavía se mantenga un pequeño hilo, pero cada vez que vemos cómo se reacciona con asuntos banales, cómo picamos, nuestras expectativas decaen un poco más.
¿Y la dignidad?
Cobardía extrema. Esto va muy mal.
Suma y sigue,la Campos,la Jiménez,hoy el Pepe Domingo Castaño…
Muertes rápidas y la de Castaño hoy dicen que ¡Repentina! en el hospital…
Se están liquidando a nuestros padres y familia delicada…la siguiente Concha Velasco…parece como si estás muerte siguieran un terrible patrón informático…