Estamos viendo en Francia una de las realidades que sufre actualmente la vieja Europa: la sociedad europea vive tan acomplejada y está instalada en la cobardía desde hace tanto tiempo, que los agendistas juegan con ella como y cuando le da la gana.
El otro día, a propósito de lo que está sucediendo en Francia, circuló por las redes sociales un vídeo de lo más clarificador: un homosexual francés travestido gritaba desde su balcón, mientras las calles estaban llenas de inmigrantes protestando que miraban atónitos al tipo.
Como decíamos, no puede haber un vídeo que demuestre mejor la realidad de este continente absolutamente dominado por la agenda criminal.
Pero otro ejemplo ridículo ha sido la famosa «performance» protagonizada por el Ejército de Tierra la pasada semana. Esa actuación ridícula que dejaba a la altura del betún a un ejército que antes era un orgullo. Un ridículo absoluto.
Pero el vídeo no se ha quedado solo en el ridículo nacional porque está dando la vuelta al mundo, por lo menos en las redes sociales. Podríamos mostrarles más, pero este es uno de los mensajes que circula con ese famoso vídeo por todas partes.
Este país cada vez da más pena y vergüenza. ¿En qué nos estamos convirtiendo?
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