Broncano, el rey del humor de patio de colegio, en caída libre

El programa La Revuelta, presentado por David Broncano en La 1 de ‘Televisión Espantosa’, ha tocado fondo. Tras un arranque prometedor en septiembre de 2024 que logró hacerle sombra al todopoderoso El Hormiguero de Pablo Motos, la audiencia del espacio ha caído en picado hasta registrar su peor dato histórico.

Lo que en su momento se presentó como una revolución en la televisión pública, con un «humor fresco e irreverente», parece haberse desinflado, incapaz de mantener el interés del público más allá de la novedad inicial. Los telespectadores se han aburrido ya de las preguntas repetitivas que este personaje hace a sus invitados. Preguntas tipo: ¿cuántas veces f0llas?, ¿cuántas veces al día haces tus necesidades? o ¿cuánto dinero tienes en el banco?. ¡Menudo humor!

El coste de La Revuelta para RTVE ha sido objeto de intensa polémica desde que se anunció a bombo y platillo. Según diversas fuentes, el contrato de Broncano con la cadena pública asciende a unos 28 millones de euros por dos años, una cifra astronómica que incluye la producción del programa y su salario como presentador. A esto se suma el extra que recibió por presentar las Campanadas de Nochevieja junto a Lalachus, un evento que les proporcionó un cobro adicional estimado en 66.000 euros, según se ha sabido este martes.

Este desembolso millonario contrasta ahora con los datos de audiencia actuales, que reflejan una pérdida significativa de seguidores y cuestionan la rentabilidad de la apuesta de Televisión Espantosa.

Pero las críticas no se limitan a los números. Broncano ha sido señalado por su forma de hablar: vocaliza mal y su dicción deja mucho que desear, lo que dificulta seguir sus monólogos y chistes, especialmente para un público que no esté acostumbrado a ese estilo. Este defecto, que podría pasar desapercibido en un entorno más informal, se hace evidente en un programa de televisión que aspira a competir en prime time, donde la claridad y la presencia son fundamentales.
Más allá de su elocución, el contenido de La Revuelta también está en el punto de mira. Lo que se vendió como un humor transgresor y moderno ha sido calificado por muchos como infantil, comparable al tipo de bromas que niños de 7 años intercambiarían en el patio de un colegio. Este nivel, dirigido a un público muy poco exigente intelectualmente hablando, podría explicar el desgaste de la audiencia: lo que al principio generó curiosidad se ha revelado como una fórmula limitada, incapaz de sostener el interés a largo plazo. Es lógico que un programa con estas características pierda fuelle; el humor simplón y las ocurrencias de bajo calado no parecen suficientes para fidelizar a una audiencia adulta en un horario tan competitivo.

En este vídeo que ha compartido el propio programa en las redes sociales se puede comprobar la poquísima gracia que tiene el presentador y cómo una invitada como la actriz Michelle Jenner es capaz de rebajarse de esa manera con tal de dar promoción a su última película. Decepcionante:

El caso de Broncano ha encendido de nuevo las críticas sobre la estrategia de RTVE, la que pagamos todos con el dinero que la Agencia Tributaria nos arranca de nuestros cada vez más empobrecidos bolsillos a pesar de que muchos no la consumimos. Con una inversión millonaria y un éxito inicial que incluía victorias puntuales frente a Antena 3, el desplome actual sugiere que el fenómeno La Revuelta pudo ser más un espejismo que una revolución sostenible en el tiempo. Mientras tanto, el presentador sigue en el ojo del huracán, con su elevado salario y las expectativas incumplidas alimentando el debate sobre si el dinero público está siendo bien empleado. Por ahora, el trono de las audiencias parece quedar lejos de las manos de Broncano, cuya revuelta, al menos en términos de espectadores, se desvanece poco a poco.