Aunque para muchos pudiera ya parecer que las riadas de Valencia no hubieran sucedido nunca o que, de haber sucedido, como poco ya estaría todo solucionado, habría que decir a esos despistados que nada de eso es cierto.
En unos tiempos, como los que corren, en los que las tomaduras de pelo de los políticos son cada vez mayores y más descaradas, en las zonas afectadas por las riadas, aunque no se lo puedan creer, sigue sucediendo lo mismo. El pasotismo, la indiferencia y la indignidad más absoluta sigue campando a sus anchas entre los responsables de la mayoría de los ayuntamientos de las zonas afectadas.
Se sigue sin ayudar a los afectados. No se sabe nada de las ayudas económicas recibidas por parte de esos ayuntamientos. Se desconoce el número de víctimas de la mayor parte de las localidades y se responde a las reclamaciones de los vecinos como si no hubiera pasado nada, como si la cosa estuviera como antes del 29 de octubre de 2024.
El pasado 27 de febrero se celebraba un pleno en el Ayuntamiento de Catarroja. En ese pleno intervenía Yolanda Garrido. Como recordarán, Yolanda ha perdido a su hermano, a su cuñada y a su pequeño sobrino de 5 años en esas riadas. Y lo que ella hacía en ese pleno, las preguntas con las que se dirigía a la corporación municipal es como para que todos tomemos nota.
Porque no puede ser que con algo tan grave como lo que ha sucedido, la actitud de la alcaldesa y concejales sea esta. No puede ser que tengan esa desfachatez, esa indiferencia y que, con todo lo que están pasando los vecinos, se sigan agarrando a protocolos, a supuestos procedimientos y a las habituales palabras huecas que no llevan ningún sitio.
Tomen nota porque el camino que hay que seguir con este gente es el que marca Yolanda en su intervención. O despertamos de una vez, o lo que ha sucedido en Valencia se repetirá en otras muchas zonas de España. ¡Bravo por Yolanda!