La Casa Real ha reaccionado con contundencia ante la publicación de unas fotografías de la princesa Leonor, tomadas sin su consentimiento en un centro comercial de Punta Arenas, Chile. Según se ha conocido este sábado, los responsables de la filtración serían vigilantes de seguridad del establecimiento, quienes habrían facilitado las imágenes captadas por las cámaras de seguridad a un medio de comunicación local. Este incidente, calificado por Zarzuela como una «obtención ilegal» de material gráfico, ha llevado a la embajada de España en Chile a tomar medidas legales inmediatas.
La princesa Leonor, de 19 años, se encuentra en el país sudamericano como parte de su formación militar a bordo del Buque Escuela “Juan Sebastián de Elcano”. El bergantín-goleta, que realiza su XCVII crucero de instrucción, recaló en Punta Arenas esta semana tras una travesía que incluyó escalas en Salvador de Bahía (Brasil) y Montevideo (Uruguay). La visita a esta ciudad, conocida como el “puerto del fin del mundo” por su ubicación en el Estrecho de Magallanes, estaba destinada a ser una parada logística sin agenda oficial destacada. Sin embargo, durante su tiempo libre junto a otros guardiamarinas, Leonor fue fotografiada mientras recorría el centro comercial, lo que desencadenó la controversia.
Pero el incidente no se ha limitado al centro comercial. En las últimas horas, ha comenzado a circular por las redes sociales una imagen adicional de la princesa Leonor en un conocido pub de Punta Arenas. Aunque no se ha confirmado la autenticidad de esta fotografía ni su origen, su difusión ha intensificado el debate sobre la privacidad de la heredera y ha complicado aún más la situación para la Casa Real, que busca contener el impacto de estas filtraciones.
Este episodio contrasta con otras apariciones recientes de la familia real fuera de agenda oficial. Por ejemplo, durante las pasadas Navidades, los reyes Felipe VI y Letizia, junto a sus hijas, realizaron una visita privada a una localidad de Valencia afectada por las devastadoras riadas de octubre. En aquella ocasión, lejos de mostrar incomodidad, la familia real se mostró encantada de ser fotografiada mientras saludaba y conversaba con los vecinos, queriendo proyectar una imagen de cercanía y solidaridad. Sin embargo, para la Casa Real el contexto en Chile es diferente: las imágenes filtradas de Leonor no responden a un momento de interacción pública, sino a una invasión de su esfera privada.
La embajada española ha presentado una denuncia formal ante los Carabineros de Chile, argumentando que la difusión de las imágenes del centro comercial constituye una «infracción de la normativa vigente en materia de protección de datos». Zarzuela ha subrayado que la conducta de los vigilantes de seguridad, al distribuir material obtenido de las cámaras privadas del establecimiento, vulnera tanto la legislación chilena como los derechos de privacidad de la princesa. Por el momento, no se ha pronunciado específicamente sobre la imagen del pub, pero la circulación de esta nueva fotografía podría ampliar el alcance de la investigación.
El “Juan Sebastián de Elcano”, que partió de Cádiz el pasado 11 de enero, lleva a bordo a 76 guardiamarinas, incluida la princesa, en un viaje de instrucción que abarca más de 17.000 millas náuticas. Tras su estancia en Punta Arenas, el buque tiene previsto continuar su ruta hacia Valparaíso, también en Chile, antes de dirigirse a otros destinos en América Latina y, finalmente, regresar a España en julio.
Por ahora no se han revelado más detalles sobre el curso de la denuncia ni las posibles sanciones a los implicados. El suceso, sin embargo, ha avivado la discusión sobre el equilibrio entre la vida privada de los royals y el interés mediático, especialmente en una era donde la tecnología y las redes sociales facilitan este tipo de filtraciones de manera casi instantánea.
Es un personaje del Estado español y no tiene derecho a privacidad. Si la quiere, que renuncie a todos su privilegios y se convierta en un mortal más.
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