Así se las gasta este gobierno que presume de democrático. Recientemente hemos conocido que el Ministerio de Defensa, cuyo titular es Margarita Robles, ha tomado una decisión que parecería más propia de regímenes dictatoriales: ha suspendido de empleo y sueldo a un valiente militar que públicamente denunció la vergonzosa gestión del gobierno en la reciente riada en Valencia. Una decisión que es en un claro un intento de silenciar y amedrentar a quienes, desde dentro de las instituciones públicas, osen cuestionar la respuesta oficial a la catástrofe natural que ha asolado una buena parte de la provincia valenciana.
El militar en cuestión, identificado como E.S., había sido desplegado en la Comunidad Valenciana para asistir en las labores de rescate y recuperación. En un vídeo que circuló ampliamente en redes sociales y medios de comunicación, el militar expresó su frustración y desesperación por la falta de acción y la asignación de tareas en zonas donde, según sus palabras, «no había absolutamente nada que hacer», mientras que otras áreas necesitaban urgentemente asistencia. Una de tantas denuncias que ha puesto bajo el foco la coordinación y eficacia de la respuesta gubernamental a la tragedia.
Este auténtico héroe decidió abandonar el servicio para el que le habían llamado desde el ejército y acudir por sus propios medios a ayudar en todo lo posible a los afectados, asumiendo que esto le podría traer consecuencias.
La rápida medida tomada por ministerio de Robles contra este hombre abriéndole un expediente disciplinario, suspendiéndole de empleo y sueldo durante seis meses y censándole en su destino es un verdadero escándalo, especialmente en un momento en el que la prioridad debería haber sido la asistencia a las víctimas de la riada. Esta catástrofe monumental, que dejó un trágico saldo de personas fallecidas de las que aún se desconoce su número real y devastó varias localidades valencianas, ha dejado en evidencia a las administraciones encargadas de la gestión de emergencias.
Este es uno de los vídeos por los que este valiente patriota se enfrenta a esas graves sanciones:
La suspensión de este valiente militar ha levantado ampollas no solo entre los ciudadanos sino también entre asociaciones profesionales y compañeros militares. En los comentarios encontrados en las redes, se percibe un claro sentimiento de malestar e indignación ante lo que muchos consideran un intento de censura por parte de la ministra Robles. La crítica se centra en que, en lugar de abordar las deficiencias señaladas, se ha optado por castigar a quien las denuncia, lo cual podría desalentar a otros a informar sobre problemas similares en el futuro. Este héroe debería ser condecorado, no castigado, por haber tenido el valor de denunciar públicamente lo que estaba ocurriendo y haber acudido por su cuenta a auxiliar a las víctimas.
Pese a todo, la ministro Robles sigue defendiendo su gestión y la de las Fuerzas Armadas, asegurando que los efectivos han estado trabajando sin descanso, pero las críticas continúan e incluso se incrementan gracias a testimonios como el de este soldado y los de cientos de vecinos de las zonas afectadas que muestran a través de sus vídeos la realidad de lo que aconteció en las primeras semanas y el abandono que están sufriendo a día de hoy.
¡Todo nuestro apoyo a este heroico militar!
No nos extraña que esta pájara sea abucheada donde quiera que vaya: LA MINISTRO DE DEFENSA ABUCHEADA A SU LLEGADA AL BUQUE JUAN SEBASTIÁN ELCANO PARA DESPEDIR A LEONOR
Los de la piara no pueden tolerar que alguien se salga de sus reglas criminales, esta señora por llamarle algo no es mucho mejor que el tirano, a mi me da tanto asco como le tengo al dictador.
Margarita, quedas suspendida de empleo y sueldo, por orden del pueblo al que oficialmente sirves.
Por intrigante, por traidora, por abandono de las víctimas (cuando no algo peor que no quiero ni mencionar), por mobbing a los militares que tienes subordinados contra natura, por todas esas cosas sucias que son vox populi y cuyo tufo vas dejando, y por vociferarles como una chula despótica a esos educados jóvenes que limpiaban garajes en Valencia sin ayuda y con obstáculos.
Despedida, y al trullo.
(Así funcionarían las cosas en una democracia de gente racional, justa y sensata, y no en esta granja de HHDP, enfermos y borregos).