Esta noticia podría tener mucho que ver con otra que está ahora mismo en el candelero. ¿Sabemos ya el origen del suceso de la explosión de La Albericia, en Santander?
Los medios ya están mostrando alguna pista de lo que ha pasado aquí y la clave está en estas palabras:
Agentes de la policía científica de la Policía Nacional trabajan para buscar indicios que permitan esclarecer el origen de la explosión, que se habría producido en la vivienda de una de las víctimas mortales, un hombre que vivía solo. El juzgado que se ocupa del caso ha decretado el secreto del sumario y las autoridades no descartan ninguna hipótesis, entre ellas, que la explosión haya podido ser intencionada.
Hace 20 años, uno de los fallecidos en La Albericia fue condenado por el asesinato de un joven
El acusado del asesinato del Río de la Pila, en Santander, Manuel F.C., reconoció en el juicio por estos años de hace casi 20 años que acuchilló a David Sáez, quien quedó malherido y huyó con la cara cortada. Por su parte, el otro procesado en este suceso, Ángel F.G., negó que usara ningún arma para agredir en los aledaños de la calle Río de la Pila, en Santander, a otro joven que acompañaba a esa otra víctima: Manuel López. Un chaval de Santander a quien afirmó que sólo le dio «puñetazos» y «patadas». Un chico santanderino que resultó muerto en la confluencia de la acera del Río de la Pila con Guevara en la madrugada de hace 20 años: exactamente el 23 de mayo de 2004.
Uno de los acusados reconoce que acuchilló a un joven y el otro que sólo golpeó al fallecido
Ángel F.G, acusado de ser el autor material del asesinato en Santander de Manuel López, reconoció en el juicio los siguientes hechos: que encontrándose en compañía de otro chico que conoció esa misma noche, en la zona de juerga santanderina, tuvo unas diferencias con ciertas personas en el pub ‘La Finca’, en Río de La Pila. De este local fue expulsado y entre varias personas le propinaron «golpes» por la espalda. Pero él no se quedó con la humillación y estaba dispuesto a vengarse. Al bajar la cuesta del Río de la Pila, famosa calle de bares de Santander, llamó por teléfono a su primo, pero según sus palabras no para solicitarle ningún arma. Un testimonio que fue negado por este primo, quien reiteró varias veces ante el Tribunal que Ángel F.G. le pidió por teléfono que bajara a verlo con «una pistola».
Manuel F.C., que es enfermo de esquizofrenia, se presentó en el lugar en su moto, sobre las seis de la madrugada, con «dos cuchillos de cocina» y «una virola», pero con la presunta intención de llevarse a su primo a casa, pero el señor Ángel F.G no quiso seguirlo. Según Manuel F.C., fue conducido por el otro chico con el que había estado Ángel F.G hasta el pub ‘La Finca’. El objetivo era que este primo del afectado Ángel viera a los jóvenes que presuntamente les habían golpeado con anterioridad. Al bajar de nuevo la cuesta de Río de la Pila, Manuel volvió a pedir a su vapuleado y humillado primo que se fueran a casa, pero entonces vieron bajar a tres de esos chicos por la citada cuesta.
En el enfrentamiento que vino a continuación, con golpes y cuchilladas, David López, que tenía 20 años de edad, falleció al poco tiempo de un shock hemorrágico hipovolémico. En resumen, un acusado reconoce que acuchilló a un joven que resultó muerto en Santander mientras que su primo dice que sólo golpeó a la víctima, pero que no le clavó ningún arma blanca. Que sólo le dio una paliza. Pero el tal Manuel F.C. sería el asesino. Manuel F.C aseguró que vio que David Sáez «sacaba algo» y que le «cortó» en la cara, en el acto, echando a correr la víctima con una parálisis facial debido a la cuchillada, que le ha dejado una cicatriz de más de 20 centímetros, la cual se ve perfectamente. 2 centímetros más abajo y le hubieran seccionado la yugular. Así se las gastan estos cenutrios.
Acusa a su primo de un asesinato sin resolver en Peña Herbosa
La Policía barajaba en su momento, como hipótesis de esta pelea, un ajuste de cuentas entre «clanes». Los peritos del juicio aseguraron al juez que los cortes realizados en el fallecido, tres de ellos en el riñón y otro en la columna vertebral, fueron tajos que se llevaron a cabo «con muchísima fuerza» porque «se llevaron el hueso». Los dos personajes se entregaron al ver que los buscaban, tal vez sin muchas esperanzas de no ser capturados en cualquier momento.
Lo más curioso del caso es que Manuel F.C. aseguró en la sala que su primo le dijo que no se preocupase, que él ya había salido de una como ésa, dando a entender que ya se había visto involucrado en el asesinato de otro joven en otra zona de marcha santanderina llamada Peña Herbosa. ¡Menudos elementos!
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