Artículo de Alfonso de la Vega
Si la cosa no se pone aún más fea y el demente carcamal gringo no desata una guerra abierta en Europa, este año habrá votaciones al Parlamento europeo. La UE es una colonia a merced de los intereses bastardas anglojudíos, por lo que se explica que parte de la UE ya se encuentre en pie de otra especie de guerras, que muestra la escasa confianza existente en el corrupto tenderete tapadera de la envilecida oligarquía globalista resultado de la degeneración de la antigua CE.
En el aquelarre anual de Davos, el propio depravado cínico Schawb Rothschild acaba de explicarnos muy prepotente y puesto en razón que ese rollo de la democracia y las votaciones es un atraso puesto que ellos ya saben mejor que nadie lo que queremos o lo que debemos querer. De modo que con trampas o sin trampas van decidir por nosotros, si les dejamos, claro.
En realidad existen muchas razones para las revueltas sociales porque Occidente se encuentra inmerso en un periodo revolucionario, o mejor decir “reaccionario” puesto que la oligarquía anglojudía parece dispuesta devolver a la humanidad a la mayor de las tiranías, a una nueva esclavitud con esclavos ineptos o conformistas.
No obstante, poco a poco, la sociedad va reaccionando sobre todo por los grupos más directamente agredidos por las políticas despóticas que ven su vida y hacienda amenazadas o con enormes incertidumbres.
En Alemania existe una importante revuelta de los agricultores junto a manifestaciones de caza de brujas contra la supuesta «extrema derecha» o partido patriótico, merecedoras de mejor causa.
En Polonia se está gestando hay una especie de golpe de Estado similar al perpetrado aquí por el falsario valido de Su Majestad, aunque en el caso centroeuropeo por el equivalente del PP, no por la supuesta zurda. En todo caso bajo uno u otro disfraz, ambos globalistas, lo que muestra como izquierda o derecha clásicas son disfraces obsoletos y que el verdadero dilema actual para la humanidad es globalismo contra nación. Unos y otros obedecen a los mismos amos y perpetran las mismas directrices o consignas. Que si agenda 2030, transhumanismo, IA sin control, de género, invasiones, apoyo suicida al sionismo y a Zelensky, cambio climático, dinero digital, pandemias y “vacunas” al servicio de la farmamafia…
En Francia, las protestas de los agricultores y transportistas son generalizadas e incluyen bloqueos de carreteras y avenidas en ciudades o vertidos de residuos a edificios institucionales.
Las revueltas de agricultores son debidas al proceso de desestabilización provocado por el Poder burocratizado que sufre el sector primario pues sabemos que una de las estrategias más terroríficas de la nefasta Agenda 2030 es la destrucción de la agricultura.
En el infausto e indefenso reino de España la violencia multicultural fomentada por las invasiones de indeseables se va adueñando de calles y barrios con la incompetencia sino complicidad del Régimen y sin que por ahora apenas se esté produciendo respuesta social al aumento de la criminalidad de ella derivada. Para colmo, el sedicioso gobierno de Su Majestad resulta que se nos ha hecho ahora leal protector de terroristas y delincuentes, de modo que está dejando indefensa a la sociedad española. La presunta oposición del socialismo azul monta saraos de protesta con sus adeptos para mejor disimular y calentar la precampaña gallega, mientras incoherentemente compadrea con los golpistas para desnaturalizar la constitución o se dispone a cambiar cromos de togas en Bruselas o impone la agenda 2030 donde manda con mayoría absoluta.
Pero todas estas revueltas de diferentes afectados suponen la confesión de que las instituciones ya no funcionan, que resulta necesario intentar buscar soluciones extramuros del tinglado, que se ha convertido en cómplice cuando no promotor de nuestros males. El tinglado se defiende acusando a los que no se resignan a ser arruinados y esclavizados de “fascistas”, “extrema derecha”, “racistas”, “xenófobos”, “antisemitas”… El Sistema necesita cabezas de turco sobre las que proyectar sus propios estragos, identificándolas por añadidura como los grandes enemigos que amenazan el dulce itinerario de la humanidad hacia el edén nihilista embrutecedor del «progreso» material según se dignan imponernos con la Agenda 2030 y el NOM. De modo que cada vuelta de tuerca en el afianzamiento del totalitarismo plutocrático oligárquico va acompañada del correspondiente despliegue de cortinas de humo y de la oportuna campaña de alarma impostada e intoxicación acerca de los graves peligros que amenazan al filantrópico Sistema que no nos merecemos.
Pero hay amenazas auténticas. Que aumentan cuando se percibe que están apareciendo importantes grietas en el Imperio, no ya al servicio del pueblo norteamericano sino del Deep State y el sionismo liberticida. Existe la posibilidad, nada descartable dado los personajes, de que no se resignen a disminuir su poder y desaparecer sin provocar antes una debacle devastadora generalizada. Las amenazas para la convivencia e incluso para la vida de la tenebrosa Agenda 2030 no sólo se observan en la colonizada UE. En los EEUU la situación se calienta por los desastres de la Administración Biden en Ucrania u Oriente medio gracias al corrupto y lamentable títere que la representa. Por la amenaza que para el Deep State supone una casi segura de reelección de Trump si no es asesinado antes.
Y ahora mismo el agravamiento de la crisis de invasores en la frontera, con un Estado de Tejas en franca rebeldía que se niega ser avasallado con la complicidad federal del corrupto usurpador. Tejas ha encontrado la solidaridad de 25 Estados más cuyos gobernadores han firmado una declaración conjunta en apoyo del gobernador tejano. Incluso Florida ha enviado tropas de su guardia nacional para patrullar la frontera asediada junto a las del gobernador Abbott. Se estima una media de unos dos millones de invasores cada año durante Biden, una cuantía que está causando estragos en la sociedad americana y que ahora constituye uno de los temas más importantes en la campaña para las presidenciales de noviembre. Esto de Tejas es un asunto de importancia capital que requiere más detalle pues posee múltiples implicaciones de todo tipo.
En realidad, la suerte de la decadente colonia europea no se decide mediante votaciones más o menos tramposas para un Parlamento inútil sino en la metrópoli norteamericana. Este 2024 puede ser decisivo para nuestro futuro. Dependemos del resultado final del gravísimo conflicto civil norteamericano patente desde el robo de las elecciones por parte del Deep State a favor del Partido Demócrata del corrupto usurpador. Un personaje senil, demenciado, podrido y maléfico, un títere del que se puede esperar cualquier mal antes de su desaparición política definitiva.
Y en la sometida Europa de la UE, incluido el calamitoso reino filipino de España, mucha institución tenderete, mucho arrebañador de presupuestos, mucho vende patrias arrebatacapas, mucho sinvergüenza… pero a la hora de la verdad, ¡a verlas venir!, con permiso o vigilancia de la OTAN.