Muchas sombras son las que ocultan todos los políticos en España. Muchas relaciones oscuras de las que no dan explicaciones y mucho más, cuanto más alto es el puesto que ocupan. Por ejemplo, Alberto Núñez Feijóo, el de la Ley Auswitch, el que quería multar a todos los que no se envenenaran.
El mismo del que llevamos años viendo una fotografía con extrañas compañías. El mismo que, sorprendentemente, se podría convertir en Presidente del Gobierno, en un claro recambio de piezas de quienes realmente controlan el destino político de este país, que, recordemos, no está en manos de los españoles, tal y como se nos cuenta.
Ahora, Feijóo está en plena campaña electoral y se está prodigando, sobremanera, en las redes sociales. Y resulta que pretende mostrarnos su lado, digamos, más humano. Pero lo más gracioso es que dice que se lo han pedido.
Y nosotros nos preguntamos: ¿quién se lo ha pedido? Porque, a lo largo del tiempo, le han pedido que cuenta muchas cosas, pero, desde luego, nosotros nunca hemos visto, por ningún lado, que se le haya pedido esto.