viernes, noviembre 22, 2024
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Las alforjas de los vicios

En las “Fábulas de Fedro​” de Gayo Julio Fedro, Escritor de fábulas, romano y esclavo liberto del emperador Augusto, (15 a.C – 55 d. C), concretamente en la Fábula VIII “De los vicios de los hombres”, Fedro dice: 

Júpiter nos cargó con dos alforjas: echónos á las espaldas una atestada de nuestros propios vicios, y nos puso delante otra llena de los ajenos.

De aquí es, que no podemos ver nuestros defectos; y luego que otros pecan, murmuramos de ellos.”

Unos cuantos siglos más tarde, nuestro fabulista Félix María Samaniego, (Laguardia, Álava, 12 de octubre de 1745-Laguardia, 11 de agosto de 1801​), inspirándose en Fedro, escribió una fábula que trata de nuevo de los vicios que llenan las alforjas de los hombres:

«LA ALFORJA» – Félix María Samaniego

En una Alforja al hombro

Llevo los vicios:

Los ajenos delante,

Detrás los míos.

Esto hacen todos;

Así ven los ajenos,

Mas no los propios.

Hoy, España es una fábula que nos trae los peores presagios. Nuestra siniestra parábola comenzó en el verano de 2023, con las Elecciones Generales. Desde ese momento, se vienen produciendo acontecimientos que nosotros ya habíamos anunciado que sucederían. Todos ellos son consecuencia de la llegada de Pedro Sánchez al poder, el pérfido y siniestro personaje protagonista del tétrico apólogo que vivimos. Desde que triunfó del Frente Popular tras una moción de censura planteada por “El Gran Felón” contra Mariano Rajoy, hemos asistido a un espectáculo esquizofrénico. El que el mismo que obligó a hacer las maletas para salir de la Moncloa, a ese cobarde e inoperante estafermo del PP, ha precipitado la destrucción de la patria a una velocidad de vértigo. 

El Estado se disuelve como un azucarillo en una ponzoña acuosa en la que se ha convertido la política española. Sólo continúa a flote en este infernal veneno, la Judicatura,  que sorprendentemente, es la única que está plantando cara a los enemigos de España. Un puñado de jueces se está enfrentando a una perversa maquinaría, que no va a parar hasta conseguir la destrucción de las instituciones que dan coherencia a la existencia de la propia Nación.

El Partido Popular, es simplemente un cómplice más en este cuento maligno para la destrucción del Estado. Los separatistas gobiernan a su capricho España utilizando de bufón a Pedro Sánchez, cuya única ambición es estar virtualmente en el poder todo el tiempo posible, con el objetivo de que no se descubra el contenido de las sucias alforjas de sus vicios con las que carga en sus espaldas.

En las alforjas delanteras, Pedro Sánchez lleva todos los falsos vicios de la ultraderecha representada por Díaz Ayuso y por Abascal. Al traidor, últimamente se le llenan las alforjas de los vicios ajenos, con los presuntos del “novio” de su odiada Isabel.

Pero ¿Qué lleva Pedro Sánchez dentro de sus alforjas posteriores atestadas de vicios propios?

Uno de esos vicios que le ha hecho rebosar el saco, es el de la corrupción. Esa corrupción está representada, de momento, por Begoña Gómez, la cual habita en la Moncloa con el portador del morral trasero de Fedro.

Otro de los vicios depositados en ese talego, es el del progenitor de Pedro Sánchez, el cual ha sido beneficiario de 2,5 millones de euros de fondos de resiliencia dados a dedo por el Ministerio de Economía, para fortalecer su fábrica de plásticos. A consecuencia de esas subvenciones ha podido poner al día, en el Registro Mercantil de Madrid, su grupo de empresas.

Pero el más grande de los vicios que rebosan las alforjas que lleva a la  zaga Pedro Sánchez, con los que comete el retoño del  dueño de las saunas prostíbulo de gays llamadas “Azul” y “Adán”. La vida pública de este personaje público, que comparte la vida del aun presidente, es de lo más prometedor para los jueces y tribunales. Sus hechos son de fábula. Tiene un diploma de chichinabo, expedido por  una escuela de “todo a 100”, pero da clases magistrales a licenciados. Consigue subvenciones públicas a una universidad, que después le premia con la dirección de una cátedra. Es titular de esa cátedra, pero no es catedrático. Dirige el África Center y no conoce Africa (pero si conoce Marruecos). Tiene una oficina de conseguidor y un despacho de influencias de fondos públicos y da clases a otros para enseñarles a conseguir ese tipo de dineros de nadie. Pacta con una línea aérea para que le patrocine con 40.000 euros anuales su Africa Center y tras esto, su marido rescata a esa misma línea aérea llenándola de millones. Ha mantenido encuentros con el “capo” de la trama de la estafa de las mascarillas, llamada caso PSOE o caso “Koldo”, que se ha llevado dinero público y fondos europeos con un descaro digno de Al Capone, pero no tiene abierta una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados. Es protagonista de titulares en la prensa del País Galo a consecuencia de su decisiva influencia voluntaria e involuntaria en el cambio de postura de España con Marruecos, pero no forma parte del Gobierno de España. Influye de manera trascendental en la diplomacia del Estado y no es diplomática. Poseía un teléfono móvil que consigue que  cambie statu quo del Reino de España respecto al Sahara, después de 50 años de política exterior continuada y coherente, pero nadie sabe donde lo ha perdido.

Como digo, la de la Sra. Gómez es una vida de fábula.

En las fábulas de la literatura, los protagonistas son animales que hablan para enseñar al lector, con una moraleja final. En esta fabula, en la que se ha convertido España, se enseña al resto del mundo lo que no hay que hacer con una nación milenaria. En este relato de un cuento de terror, esta todo al revés: Los animales se han convertido en personas que realizan acciones propias de animales y sólo falta, que aparezca la moraleja final de la que aprenda de una vez por todas el Pueblo Español.

¿Quién  escribirá la moraleja? ¿Aprenderá  con esta fábula este pueblo de ovejas?

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