El curioso caso de las «responsabilidades inversas» que se da en la política española

En un país como España, en el que la población, en general, está afectada por una enorme desidia cargada de cobardía y una palmaria falta de luces en las cabezas de muchos, pasan cosas en la política que, aunque serían extrañas en otros lugares, son tremendamente habituales dado el paisanaje que tenemos a nuestro alrededor.

Nos encontramos con casos en los que el más bajo del escalafón y con una evidente falta de capacidad intelectual, organiza complicadas tramas con las que se enriquece de forma descomunal, mientras sus jefes, poco más listos que el «cerebro» de la trama y con más poder, se muestran sorprendidos y afirman no conocer lo que hacía su «subalterno». ¿Se imaginan un caso similar en la empresa privada?

Pues eso es lo que ocurre en la política española desde hace décadas. Felipe González nunca sabía nada de lo que hacían los que estaban a su cargo. Pero lo mismo le pasaba a José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y ahora a Pedro Sánchez. Y sigue sucediendo porque todas sus fechorías no tienen consecuencia alguna. No somos ilusos, ya sabemos que a nivel judicial nunca va a pasar nada. Lo que nos sorprende es la enorme desidia de la gente que nunca pide explicaciones de nada.

Y como no hay consecuencias a nivel social, ya que esta gente no debería ni poder salir a la calle, sobe todo cuando dejan sus puestos, la mafia política sigue haciendo de las suyas como si no pasara nada y sin molestarse en cambiar ni un paso de su estrategia delictiva.

Llegados a este punto, convendrán con nosotros que la culpa ya no es mayoritariamente de los delincuentes, sino nuestra. No les hemos obligado nunca a que nos respeten y no solo no lo hacen, nos toman el pelo todo lo que quieren y más.

¿Qué Sánchez no sabía lo que hacía Ábalos y este no sabía lo que hacía Koldo?