Aunque suponemos que la mayor parte de ustedes ya lo habrá leído, viendo todo lo que estamos viendo a nuestro alrededor conviene repasar con frecuencia el libro ‘1984’ de George Orwell porque no puede ser más actual todo lo que se plantea en ese relato que, hasta hace unos años, pensábamos que era de ficción.
Un punto fundamental sobre el que gira, prácticamente, toda la novela es el del pensamiento único. Y tratando este punto tan importante, nos encontramos con párrafos como este: «La proyección, en última instancia, de un mundo de perpetua guerra, un mundo de supervigilancia y propaganda constante, donde el individuo es subyugado a través del miedo y la conformidad, representa el triunfo último del pensamiento único. En este mundo, el Partido controla la realidad y la verdad, y no se tolera la disidencia».
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«Perpetua guerra», «supervigilancia y propaganda», «el individuo es subyugado a través del miedo», «no se tolera la disidencia»… Ese mundo ya está aquí. Es el mundo en el que vivimos actualmente. Y en esa propaganda constante, en esa implantación del pensamiento único participan gobiernos, medios de comunicación y grandes corporaciones que, muy probablemente, sean las que lo manejan todo por orden de las oscuras y escondidas élites que se encuentran entre su accionariado.
Hoy, por ejemplo, nos hemos encontrado con unas declaraciones realizadas por Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank, que no son más que un refuerzo de esa propaganda, de ese pensamiento único que se pretende implantar y lo hace, además, en un contexto que, seguramente, no tiene ningún sentido, ni siquiera para él.
En su intervención durante el ‘X Foro Industrial’ organizado por el digital ‘El Economista’ y refiriéndose a las valoraciones que realiza la entidad que dirige a la hora de conceder un crédito, Gortázar ha dicho lo siguiente: «Decidimos en base a retorno y riesgo, pero también hay que ver el impacto en el planeta». Y añadía: «A la hora de conceder un crédito tenemos que ver también qué impacto tiene en el planeta, si tiene mal impacto en el planeta podremos decir que no».
Estamos en un punto en el que todo vale, en el que cualquier cosa que se diga, todo lo que se plantee sirve para que toda esta gente acabe hablando de lo mismo. ¿Se dan cuenta que ahora se utiliza cualquier excusa, cualquier foro, para lanzar un mensaje idéntico? Estamos rodeados.
Manda cojones, a dan algunos les va a faltar Cielo…