En 1951, antes de que Gadafi llegara al poder, Libia era el país más pobre del mundo. Tras cuatro décadas de Gadafi y antes de la invasión de la OTAN en 2011 (por parte de Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, entre otros), Libia había alcanzado el mayor nivel de vida de África, superando incluso a Rusia, Brasil y Arabia Saudita.
Gadafi exigió y logró que se retiraran las bases extranjeras y que algunas compañías petroleras fueran nacionalizadas, se iniciaron planes agrícolas en la costa del país, se puso en marcha el Gran Río Artificial (GMR), una vasta red de tuberías subterráneas para transportar agua desde acuíferos fósiles en el desierto hacia las ciudades costeras (este proyecto buscaba resolver la escasez de agua en Libia y se considera la octava maravilla del mundo) y se incrementó de manera decisiva la igualdad de las mujeres en la sociedad, desafiando el islam tradicional.
El nivel de vida de la población creció rápidamente gracias a los beneficios del petróleo, haciendo de Libia la nación africana con el mayor PIB.
En Libia, la vivienda se consideraba un derecho humano; los recién casados recibían el equivalente a 50 mil dólares para comprar una casa, Gadafi prometió una vivienda para todos antes de construir una para su padre (y cumplió su promesa: su padre murió sin tener una casa propia), la electricidad era gratuita para todos, todos los préstamos, de cualquier tipo, tenían un 0% de interés por ley, solo el 5% de los libios podían leer y escribir antes de Gadafi, con él la educación fue gratuita y de alta calidad y el nivel de alfabetización alcanzó el 83%, la atención médica era gratuita para todos y de alta calidad, si los libios no podían encontrar educación o atención médica del nivel adecuado que necesitaban, el gobierno les proporcionaba los fondos necesarios para obtenerlos fuera del país, si un libio compraba un coche, el gobierno pagaba el 50%, el precio de la gasolina era de 0,03 euros por litro, cualquier libio que quisiera ser agricultor recibía tierra gratis, una casa, animales, equipo agrícola, semillas, créditos y asesoramiento del Estado. Con Gadafi, Libia se convirtió en el país africano con el mayor ingreso per cápita.
Entonces, ¿por qué terminaron con él?
El Banco Central de Libia pertenecía a Libia, a diferencia de la mayoría del mundo occidental, donde pertenece a los Rothschild. El Banco de Libia había lanzado una moneda sin deuda: los dinares de oro africanos respaldados por oro, con los que Gadafi exigió el pago del petróleo en esta moneda en lugar de dólares. Gadafi había planeado hacer de esta una moneda única para toda África, respaldada por las reservas de oro de Libia, para competir con el euro y el dólar. Sarkozy, presidente de Francia, calificó esto como «un peligro para las finanzas mundiales».
El primer acto de los rebeldes fue crear un nuevo banco central propiedad de los Rothschild. Gadafi no vendió a su pueblo a los bancos de los Rothschild como lo hicieron Obama en Estados Unidos, Sarkozy en Francia y Cameron en Inglaterra. Libia no tenía deudas con nadie.
Los libios tenían un líder que velaba por sus intereses con integridad y valentía. Se preocupó por el bien común de su pueblo y no obedeció los intereses de los banqueros. Libia compartió su tesoro con otros países africanos y tuvo un desarrollo económico y social integrado por las acciones y el compromiso de toda su gente.
Gadafi aspiraba a liderar una África unida y próspera, libre de influencias coloniales y neocoloniales. Buscó la creación de un único Estado africano, promoviendo la integración económica y política del continente, apoyando movimientos antiimperialistas y panafricanistas. También promovió la lucha contra el sionismo, buscando la liberación de países africanos y árabes.
Por todo esto, no convenía a los intereses de los Rothschild, y terminaron con él.
Artículo basado en una publicación del canal de Telegram ‘Tartaria Hispánica’: https://t.me/TARTARIA_HISPANICA/7003