miércoles, junio 25, 2025
InicioOpiniónEditoresEl drama en el que viven los habitantes de la Isla de...

El drama en el que viven los habitantes de la Isla de Annobón provocado por las atrocidades que comete contra ellos el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema

La Isla de Annobón, una pequeña isla volcánica de apenas 17 kilómetros cuadrados situada en el Golfo de Guinea, a 335 kilómetros de la costa de Gabón, vive una crisis humanitaria que ha sido silenciada durante décadas. Bajo la opresión de la dictadura de Guinea Ecuatorial, liderada por Teodoro Obiang Nguema desde 1979, los habitantes de esta isla se enfrentan a condiciones de vida extremas marcadas por la pobreza, la represión y la falta de servicios básicos. Orlando Cartagena Lagar, autoproclamado Primer Ministro de la República de Annobón en el exilio, ha alzado su voz para denunciar lo que describe como un «genocidio lento» perpetrado contra su pueblo, buscando apoyo internacional para lograr la independencia y el reconocimiento de su soberanía.

Annobón, con una población estimada entre 5.000 y 12.000 habitantes —aunque solo unos 3.000 permanecen en la isla debido al éxodo masivo hacia el exilio—, carece de infraestructura básica. Según Cartagena Lagar, no hay acceso a agua potable, electricidad, sanidad ni educación adecuada. Los habitantes sobreviven con pesca artesanal y el cultivo de tubérculos, recursos insuficientes para cubrir las necesidades básicas. La isla, que históricamente fue parte del Virreinato del Río de la Plata bajo la corona española entre 1778 y 1780, está aislada geográficamente y políticamente, lo que agrava su vulnerabilidad.

Cartagena Lagar, exiliado en España desde hace 40 años, ha detallado en múltiples entrevistas la situación desesperada: “No hay agua, no hay sanidad, no hay luz, no hay colegios para los niños. Estamos viviendo una situación humanitaria increíble”. Además, denuncia que la isla es utilizada como un vertedero de residuos tóxicos y que las exploraciones mineras con dinamita han causado graves daños ambientales y sociales. Estas condiciones, sumadas a la militarización de la isla —con unos 500 soldados, según estimaciones, que superan en número a los habitantes locales—, han llevado a la población al borde de la supervivencia.

El Primer Ministro de Annobón, designado en 2022 por una asamblea de exiliados tras la declaración unilateral de independencia, ha denunciado crímenes de lesa humanidad perpetrados por el régimen de Obiang. Entre los abusos reportados se encuentran secuestros, detenciones arbitrarias y abusos sexuales contra menores, utilizados como tácticas de humillación. Según Cartagena, 38 annobonenses están encarcelados sin juicio ni acceso a abogados por protestar contra las actividades mineras. Además, acusa al régimen de fomentar una colonización forzada al trasladar familias de la etnia fang a la isla para desplazar a la población nativa, que se identifica como criolla, con raíces portuguesas, españolas y africanas.

“Es un terrorismo y genocidio absoluto contra nuestro pueblo”, afirmó Cartagena en una entrevista con Radio Mitre. También señaló que el régimen de Obiang busca “eliminar a la población” al privarla de recursos esenciales, forzando el exilio masivo. De los 20.000 annobonenses estimados, la mayoría ha huido a Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, donde se enfrentan a discriminación y condiciones precarias, trabajando en empleos de subsistencia como pesca o carpintería.

La conexión histórica de Annobón con el Virreinato del Río de la Plata ha llevado a Cartagena Lagar a buscar apoyo en Argentina, un país al que considera “hermano” por su pasado colonial compartido. En abril de 2025, el Primer Ministro visitó Buenos Aires, donde se reunió con legisladores, académicos y medios de comunicación para visibilizar la crisis. Aunque inicialmente circularon rumores sobre un supuesto pedido de anexión, Cartagena aclaró: “No pedimos ser anexados. Pedimos el apoyo político de Argentina para liberarnos de una dictadura feroz”. Su objetivo es lograr el reconocimiento internacional de la independencia declarada el 8 de julio de 2022, que no ha sido aceptada por ningún estado soberano.

Cartagena también ha llevado su denuncia a organismos internacionales, incluyendo la ONU y la Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO), que en 2024 aceptó a Annobón como miembro. Sin embargo, lamenta la falta de respuestas concretas: “Sabemos que nuestras denuncias han llegado, pero la comunidad internacional guarda silencio”. Aitor Martínez, abogado de Annobón ante la ONU, ha reforzado estas acusaciones, destacando violaciones graves de derechos humanos y el uso de la isla como vertedero de desechos tóxicos en los años 80.

La situación en Annobón es un reflejo de las secuelas del colonialismo y la opresión dictatorial. Cartagena Lagar insiste en que los annobonenses son un pueblo autóctono con una identidad cultural y lingüística distinta, que habla Fa d’Ambo (una mezcla de portugués y español) y no comparte lazos históricos ni culturales con Guinea Ecuatorial. Su lucha no solo busca la independencia, sino también el fin de un “régimen brutal de ocupación” que, según él, ha convertido a Annobón en un “gulag a cielo abierto”.

La petición de apoyo a Argentina, aunque simbólico, ha generado debate sobre el papel que el país podría jugar en un conflicto lejano. Mientras el gobierno argentino ha mantenido cautela, respetando la soberanía de Guinea Ecuatorial, la visita de Cartagena ha despertado interés en sectores legislativos y académicos. Sin embargo, la posibilidad de un reconocimiento oficial se enfrenta obstáculos diplomáticos, incluyendo el riesgo de tensiones con Guinea Ecuatorial y complicaciones en la postura argentina sobre Malvinas.

 

EsDiestro
Es Diestro. Opinión en Libertad
Artículo relacionados

Entradas recientes