Por Alfonso de la Vega
¡Ya viene el cortejo!
¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines,
La tribada se anuncia con vivo reflejo;
Ya viene, oro y hierro, el cortejo de los malandrines.
Ya pasa debajo los arcos ornados de blancas Minervas y Martes,
Los arcos triunfales en donde las Famas erigen
De Falopio sus largas trompetas
La gloria solemne de los estandartes,
Llevados por garras de peludas orcos autocomplacientes.
Hordas hembristas ministeriales
Onerosas presumidas malolientes, chiringuiteras
Desvirga melones, santigua bolsillos, madames, celestinas
Busconas, damas galantes del Tito Ábalos, concubinas
Descuideras del pertinaz socialismo
¡Tal pasan las fieras hembristas guerreras
Debajo los arcos triunfales!
Los claros clarines de pronto levantan sus sones,
Su canto sonoro,
Su cálido coro,
Que envuelve en su trueno de oro
La augusta soberbia de los morados pabellones.
Ya pasa el cortejo.
Señala el abuelo al niño.
Ved cómo la barba del viejo
Los bucles de oro circunda de armiño.
Las milicianas aprestan coronas de flores,
Y bajo los pórticos vense sus rostros de prosa;
Y la más odiosa de las hembristas
Sonríe al más fiero de los socialistas.
¡Honor al que trae cautiva la rica faltriquera
Honor al robado y honor a los fieles
Militantes que complacientes putas encontraron por mano ligera!
¡Clarines! ¡Laureles!
Los nobles espadas de tiempos gloriosos,
Desde sus panoplias saludan las nuevas coronas y lauros
Comisiones, desfalcos, latrocinios,
Violaciones impunes
Gloria y loor de la exquisita tapadera putera.
Las trompas guerreras resuenan:
De voces los aires se llenan…
¿Las viejas espadas de los granaderos, más fuertes que osos,
Hermanos de aquellos lanceros que fueron centauros?
Las trompas guerreras resuenan:
De aullidos y voces los aires se llenan…
Contra el hombre blanco virtuoso heteropatriarcal
El odio y la muerte, por ser la hembra inmortal,
¡Saludan con voces de bronce las trompas de guerra que tocan la marcha triunfal!…
Por la trascripción, Alfonso De la Vega