Que día sí y día también nos vayamos encontrando con nuevos escándalos políticos es algo que, por desgracia, ya no nos sorprende. Que día a sí y día también nos vayamos encontrando con escándalos protagonizados por el propio presidente del gobierno y su partido, tampoco nos sorprende ya que esto ha sucedido desde el primer minuto en el que ocupó su cargo. Pero lo que no deja de sorprendernos es la pasividad de la sociedad española ante su más que seguro batacazo.
¿Te encierran tres meses de forma ilegal? No pasa nada.
¿Te meten un brebaje experimental que ha causado un daño tremendo a algún familiar e incluso a ti mismo? No pasa nada.
¿Te ponen los impuestos por las nubes hasta un extremo en el que trabajas para el estado, en lugar de trabajar para ti y tu familia? No pasa nada.
¿Arruinan el sector agrícola, el ganadero, el industrial perdiendo toda independencia económica y dependiendo de otros países? No pasa nada.
¿La mujer del presidente está metida en líos judiciales de corrupción e incluso el propio Sánc-HEZ podría estar implicado? No pasa nada.
¿Te okupan tu vivienda y tienes que seguir pagando los gastos tardando años en recuperar lo que tuyo? No pasa nada.
¿El país está siendo invadido y no consigues dormir hasta que tus hijos lleguen a casa por el peligro que hay en las calles? No pasa nada.
¿Utilizan el dinero que te roban con los impuestos para enriquecerse e incluso para ir contra ti? No pasa nada.
¿Están implantando de forma descarada una agenda en la que se dice que en el mundo sobras tú y muchos como tú? No pasa nada.
¿No puedes expresar tus opiniones libremente y ni siquiera puedes hablar de según qué cosas? No pasa nada.
Solo te interesa tu semana de vacaciones en agosto, la cañita diaria en el bar de turno, los resultados del fútbol, ir al Mercadona el fin de semana, o debatir sobre el programa de cotilleo de la tele…
¿Te inmutas por algo importante?