Poner una pica en Flandes

Por Alfonso de la Vega

“En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército rival, han alcanzado las tropas rojas sus últimos objetivos judiciales. La guerra ha terminado”.           El Generalísimo Sánchez (Palacio de la Moncloa, 25 de junio de 2024)

La noticia del día es la rendición de Feijoo que para mayor humillación ha sido en Flandes, aunque no en Breda, ante la última imposición bajo chantaje del déspota en un golpe que puede ser ya decisivo para la suerte del moribundo tenderete del 78. Incluso en reciente epístola algunos heroicos patrióticos togados solicitaban recibir ya su eutanasia profesional. 

Algunos periodistas cortesanos alabanciosos de la falsa derecha complaciente nos explican que los del PP lo hacen porque ”no se enteran” cuando la realidad es que son cómplices, tienen los mismos vicios y aspiran a sustituir a los anteriores para perpetrar las mismas políticas ruinosas y liberticidas. O bien, glosan lo bueno y listo que es Feijoo que hoy ha conseguido poner una pica en Flandes. Pero la tan alabada independencia y despolitización de la Justicia supone un reparto de diez cromos para un partido político y otros diez para otro. Puro reparto bipartidista, que deja a otras formaciones no turnistas fuera del botín judicial. Y la promesa de una futura ley para terminar de arreglar la cosa. Sin embargo, “el medio es el mensaje”, el propio pacto invalida el anterior discurso pepero de lo malísimo que es Sánchez que se está cargando las “magníficas” instituciones de la “democracia” mediante leyes como la de la amnistía o incluso un golpe de Estado en curso. ¿En qué quedamos? 

Pero Feijoo siente el aliento de la Ayuso en el cogote y el pacto con Sánchez cree que le fortalece a nivel partidario en la medida que mantenga el turnismo y no sea totalmente expulsado del nuevo Régimen. Sí, la lideresa parece intentar desmarcarse de entregar el último reducto de simulación constitucional a la tiranía para cohechar jueces que den buen juego en la lidia de ganaderías respectivas. Una de las manifestaciones del signo de los tiempos es el auge de la Ayuso como posible alternativa pepera al galleguista Feijoo y sus colaboradores íntimos. En previsión de las calamidades la Ayuso está desenvolviendo su propia agenda de promoción personal como por ejemplo, con la medalla al díscolo Milei, bestia negra del tandem Feijoo Sánchez, o su viaje a Alemania.

No hay que engañarse, la Ayuso no presenta una verdadera alternativa al globalismo de Feijoo, convertido hoy en una especie de mascota doméstica de la bruja Von Pfizer que según nos cuentan le obliga a apoyar al no menos corrupto falsario. Pero lo de Ayuso, que en verborrea demagógica es buena discípula del falsario, más que una alternativa política real supone un postureo de simulación no tan entregada o políticamente correcta cara a la galería que se encuentra tan necesitada de que alguien se enfrente al dictador aunque sea de mentirijillas.

Sin embargo, que cada vez tome más vuelo sin disimulo puede que signifique que la estrella del orensano va declinando hasta el próximo ocaso definitivo. Sería una buena noticia, pero el problema no es solo Feijoo, que también lo es, sino el propio PP como partido colaboracionista necesario con el proceso de destrucción nacional perpetrado por el régimen del 78.

Algunos tildados de agoreros o de conspiranoicos lo venimos avisando: PP y PSOE; PSOE y PP son patas del mismo banco y al cabo vienen a hacer lo mismo. Unas mercancías artificialmente diferenciadas para que las compre el consumidor poco exigente pero fabricadas por los mismos amos. El PP sigue apoyando al socialismo totalitario en España y en la UE, claro que con colaboración de sus recalcitrantes votantes que no se enteran o prefieren no enterarse de nada. Les dicen que les voten “para frenar a Sánchez” y luego se van a disfrutar la cama redonda aquí y en la UE.

El propio PP actual no es el antiguo inicial de personajes dignos y heroicos como María San Gil o Gregorio Ordóñez, sino un tenderte globalista hipócrita arrebatacapas y liberticida a las órdenes de la agenda 2030. Hace de Celestina o doña Brígida, necesaria para seducir y engañar a la inocente doña Inés. Forma parte sustancial del problema de España, y constituye una falsa solución a nuestros muchos males.

Mientras la Von Pfizer cohecha y trapichea con el dictador falsario, poniendo los cuernos al galleguista que la paseó por Compostela para que abrazara al apóstol Santiago matamoros, la suerte está echada.  

Pero es otra muestra más de nuestra derrota acaso la definitiva. En realidad, ya todos, todas y todes se apuntan sin remilgos ni tapujos al nuevo régimen dictatorial que encarna el falsario y sus amos ocultos. Una carrera en pelo al grito de “patriota el último” con figuras de postín como Su Majestad, los togados, el citado Feijoo, el revelado sionista Abascal, o incluso la propia Ayuso, pretendida imaginaria de igual servicio…

Contra su propio discurso de hace unos años también Su Majestad se ha puesto en ridículo y decidido a cohonestar y amparar el golpe que sustituirá la anterior partitocracia coronada por una corrupta dictadura disimulada con nuevas tecnologías. En la que de momento le dejarían lucir de florero o de doña Brígida suplente siempre que firme cuanta felonía le pongan por delante, disimule o ponga cara solemne con su uniforme favorito pero sobre todo no moleste ni dé la lata.

El desastre es general. No es solo el desquiciado y ya entregado reino filipino, como ya he indicado antes, en la burocrática UE también se cohecha para la renovación como comisionista jefe de la belicosa Von Pfizer. Corre prisa, que al Poder oligárquico le urge empezar la guerra contra Rusia, en septiembre a no más tardar si la cosa sale como estaría planeada.

No hay que caer en la táctica del miedo inducido que es una forma muy eficaz de control social pero si resultase verdad lo que dicen ciertos expertos en geopolítica ya nos encontraríamos en el tiempo de descuento, apurando los últimos rayos de luz y semi libertad este verano antes que las tinieblas y acaso la lluvia radioactiva se abatan definitivamente sobre nosotros. La Providencia nos proteja.