Es uno de los momentos más esperados para tantos hospitalarios y peregrinos y, sobre todo, para los verdaderos protagonistas de esta peregrinación a uno de los santuarios más especiales del mundo. Se trata del momento único en el año en el que se peregrina durante cinco días al pueblo y la gruta en donde se produjo una de las situaciones más inspiradoras de los últimos tiempos, muy poco conocida en verdad por la mayoría de la población: las 18 apariciones de la Virgen María a una pastora adolescente del Pirineo en 1858.
La Hospitalidad de Santander estrena presidente y obispo: Arturo Ros
Una de las personas que mejor conoce el sitio es Aurelio Ruiz, recién nombrado presidente de la Hospitalidad de Lourdes de Santander, que también estrenaba obispo en esta ocasión. Monseñor Arturo Ros partió de la ciudad el mismo lunes de Pascua junto al resto de los peregrinos de Santander hacia Lourdes en un viaje que siempre trae buenas experiencias, aunque todo se lo debemos a un grupo de gente voluntaria que hace todo lo que puede para que todo funcione perfectamente. Y hay que empezar por nombrar a la Junta organizadora del evento y de otras convivencias que se producen a lo largo del año para mantener vivo el espíritu de Lourdes entre los enfermos y peregrinos, aunque todos somos peregrinos al final. También hay que agradecer a nuestro Obispo su amabilidad y cariño con todos y en especial sus gestos hacia los enfermos, que siempre son más receptivos ante cualquier muestra de solidaridad y amor y más aún si viene de alguien tan destacado como él, aunque actúe como el más humilde de todos.
El recién nombrado presidente de la Hospitalidad de Lourdes de Santander, Aurelio Ruiz, alias Cuco, se mostraba muy contento de poder asumir esta responsabilidad, que no le ha quedado nada grande, así como de recoger el testigo generacional de una gran obra que empezó su abuelo hace ya más de 50 años. Fueron un pequeño grupo de gente creyente de Santander los que empezaron con la Hospitalidad montañesa hace ya dos generaciones y esto también tiene algo que ver con mi familia y lo quiero contar aquí, porque me parece una anécdota muy bonita que os he relatado a muchos más veces.
La Hospitalidad de Santander lleva más de 50 años peregrinando
Mi tía abuela Leíto Rodríguez fue una persona ejemplar que, en el último tramo de su vida y ya no eras muy difíciles, a causa de la enfermedad, quiso ir a Lourdes y vivir su fe en tan complicado momento de tránsito hacia otra vida que ella creía que iba a ser mejor por su fe. En esos momentos de reflexión y de paz en la gruta y en el santuario de Lourdes pensaba, sin embargo, que muchos enfermos de su provincia no tenían la facilidad económica de acercarse al hermoso lugar, en el que Nuestra Señora de la Virgen se apareció 18 veces hace casi 200 años. Y decidió emprender junto a otros amigos una primera labor de organización de una peregrinación conjunta en colaboración con la Hospitalidad de Lourdes de San Sebastián, con la que hemos estado de toda la vida hermanados y a la que aprovechamos para mandar un afectuoso saludo. Es gracias a ese grupo de católicos de Santander en el que se pueden destacar a Pérez del Molino, a Salvador, a Domingo o a Leíto entre otros, siempre de forma voluntaria y desinteresada, que muchísimos enfermos y peregrinos de bajos recursos y peregrinos de toda la provincia han podido tener la oportunidad de peregrinar a Lourdes durante tantísimos años de inolvidable convivencia y de paz. De mucha fe en que el milagro fundamental de Lourdes, que es la conexión directa entre una humilde adolescente con Dios, fue real y es lo que ha traído aparejados un montón de otros pequeños milagros de todo tipo, incluso con curaciones inexplicables desde el punto de vista de la ciencia.
Cuánta gente inteligente y válida se ha convertido en Lourdes
Aprovecho para recordar a la gente que el espíritu de Lourdes es justamente todo lo contrario de lo que representa el profano Nuevo Orden Mundial y su dictadura. Aquí se trata de acoger a los enfermos, de redimir a los pecadores y de convivir todos juntos a Dios en un lugar en el que no hay esas separaciones sociales que tanto les gusta comentar a nuestros tarados dirigentes. Esta gente que representa al mal con sus falsas recetas de curaciones, así como sus extrañas plagas con un muy extraño origen, tienen aquí el reverso de la moneda en una verdadera curación que es ante todo espiritual. Cuánta gente inteligente y válida se ha convertido en Lourdes y ha salido de todo tipo de problemas gordísimos, como es la falta de esperanza en general, muchas veces por la ausencia de un contacto mínimo con Dios, que es nuestro Padre y el único que nos puede de verdad curar de todo. Al final del día, después de muchos años peregrinando a Lourdes, me he dado cuenta de que los verdaderos enfermos no son los que están en una silla de ruedas o en una camilla postrados, sino que hay muchos problemas que pasan más inadvertidos y que son taras que los que más enfermos están, desde el punto de vista físico, a menudo no sufren tanto. Hablamos de nuestra cortedad de miras habitual y de no darnos cuenta de lo afortunados que somos de tener salud, cuando la tenemos, o de poder andar o ver o simplemente ir al baño solos y sin ayuda: no necesitamos ser ricos o más guapos para ser más felices y esto te lo enseñan los más discapacitados con su ejemplo diario de aceptación de su realidad y su alegría.
Agradecer especialmente a los miembros de la Junta de la Hospitalidad de Santander
Por la parte que me toca, debido a que mi padre fue el presidente de la hospitalidad de Santander por muchos años y reconozco este sacrificio personal, quiero agradecer especialmente a los miembros de la Junta de la Hospitalidad de Santander su esfuerzo al organizar un viaje que no es fácil de preparar desde ninguna perspectiva. Son muchas horas de gestiones con hoteles, preparar los autobuses con todo lo necesario para los enfermos y procurar también los recursos que faltan para costear el viaje a los enfermos que no tienen la capacidad económica para pagarse el viaje. Pero para eso están un montón de personas desinteresadas y en concreto católicos, de toda la provincia, que sufragan con sus donativos este viaje humilde de cinco días que es para muchos enfermos como ir a Punta Cana un mes entero. Porque para muchos de ellos es la única vez que salen de una residencia o de un piso en el que están más encerrados que un preso en prisión. Y aquí también quiero hacer una referencia muy hermosa a una de las últimas innovaciones de la Hospitalidad de Lourdes de Santander y es en el tema de llevar presos en última etapa de condena del penal del Dueso en Santoña. Una labor buenísima para acercar a estas personas a la responsabilidad de lo que va a ser su libertad próxima y para darles una oportunidad necesaria de convivir con gente estupenda y con personas que tienen necesidades superiores a las de cualquiera otra. Necesidades que están por encima, incluso, de la penosa privación de libertad que ellos tienen.
La importancia de Lourdes es por todo. Son muchos pequeños detalles los que hacen de este lugar algo muy especial y más si lo vivimos con la emoción concentrada de una peregrinación organizada. Es muy importante vivir la experiencia de Lourdes de esta manera si queremos sentir al máximo la fuerza benéfica de este lugar y conocer bien lo que estamos haciendo, pero en algunos artículos he intentado contar un poco por encima los secretos de este lugar santo. La Virgen te espera en su trono silvestre de Lourdes y reza por ti cada día a Nuestro Señor: para Dios siempre seremos sus hijos, únicos y amados, como reconoció la propia Virgen al mirar con gran cariño a la multitud creciente que la rodeaba y que rezaban a espaldas de Bernadette, aunque ellos no pudieran verla a ella.
El título de este artículo me llevó a Garabandal no a Lourdes