Por Alfonso de la Vega
Hace unos días el presunto amante preferente de la actual reina desafiaba a la Casa Real. Al día siguiente, miércoles, desaparecía y borraba sus comprometedores y comprometidos mensajes anteriores en redes sociales. Se ignora ahora qué va pasar con su prometido libro “Y nada más que la verdad” que pretendería esclarecer la verdadera naturaleza y personalidad de la reina y cuya aparición había sido anunciada como cercana.
Han surgido varias especulaciones para tratar de entender lo sucedido. Para algunos hay una tregua hasta mayo, en que coincidiendo con el veinte aniversario de la boda aparecerá el temido libro como regalo de Del Burgo por las bodas de porcelana de la real pareja. Una de las expertas en este bochornoso culebrón borbónico zarzuelero no es de Venezuela, la reconocida y reputada patria de los culebrones de amoríos, chanchullos y cuernos cruzados, sino nicaragüense. Me refiero a Laura Rodríguez, una inquieta profesora de literatura que tiene su propio blog y lleva dedicando varias entregas a este intrincado e indecoroso espectáculo borbónico de libertinaje poliamoroso, abortos y abigarradas cornamentas.
En una de sus últimas entregas, Laura Rodríguez desarrolla las diez teorías que pudieran explicar esa inopinada desaparición del supuesto amante preferido de la reina:
1 estrategia de mercadotecnia
2 fue eliminado de manera violenta
3 “hackeo” a sus redes sociales
4 retiro de la pelea
5 llamar la atención
6 comprado por dinero
7 hizo las paces con la reina
8 que lo estén extorsionando con algún acto de corrupción de su etapa zarzuelera
9 presiones a los dueños de las redes
10 ya ha logrado la caída de la reina
Bien, el culebrón sigue y veremos a ver qué pasa. El asunto es de interés público por tratarse no de particulares más o menos mentirosos, degenerados o indignos sino de propia la jefatura del Estado cuyo coste Abad estima en más de 561 millones de euros al año en su último libro Letizia, una biografía no autorizada.
Pero, aparte de lo que diga la autora citada, habría más posibilidades como, por ejemplo, que esta suspensión sea una especie de tregua que tenga que ver con la no obligatoria firma por don Felipe de la anti constitucional sino delictiva amnistía. En efecto, el artículo 62 de la CE, supuestamente aún en vigor, establece que «corresponde al Rey:
i) Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales.»
De modo que, según el significado del término «ejercer» en la RAE, puede ejercer o no tal derecho pues no está obligado hacerlo, y aún más cuando para mayor claridad la misma CE dice que no podrá autorizar indultos generales, en consecuencia menos aún indultos.
Obras son amores y no bonitos sermones. Estamos ante la prueba del algodón sobre las auténticas intenciones reales, sobre si en verdad y sin retóricas estupefacientes, don Felipe respalda o no el golpe tiránico, destructor y liberticida de Su gobierno. Quizá sea Su última baza o ventana de oportunidad para defender a España, aunque todo parece indicar que dócilmente seguirá pasando por el aro.
Las futuras votaciones convocadas en zona golpista son otra incógnita que aumenta la incertidumbre. Mientras tanto la Bolsa sube y sube, terminando una gran semana alcista. ¿Aplaude la corrupción y la amnistía? ¿Es por los últimos reveses del gobierno de Su Majestad? ¿Habrá reacción borbónica? No creo, pero el suspense se mantiene. Lo que sea, será.