La nueva Gran Depresión

Mientras los españoles hacen vida normal, como si la izquierda resolviera nuestros problemas, España tiene una deuda pública de 1.547 billones de euros, España es una corporación completamente arruinada, con una masa de funcionarios y de instituciones que es inmanejable; el gasto y los salarios de sus miembros, así como el de los chiringuitos que le besan la mano al Padrino Pedro Sánchez (por el feminismo, el LGTBIQ+ y todos los turbios asuntos que mueve la nauseabunda agenda criminal 2030). La política española es puro servilismo mafioso, es un derroche de los cuantiosos fondos europeos que se destinan a todo menos a lo necesario: una prueba de ello son los pacientes de ELA, obligados a acudir a la ley de eutanasia para morir de una forma legal, después de que la propuesta de ayuda urgente haya sido denegada por la mesa del Congreso 53 veces, otra es la reducción de fondos para el control del tráfico de drogas en el sur de España, haciendo que los grandes jefes de la mafia hagan de las costas hispanas su paraíso, los cuales salen de rositas, como Puigdemont, acusado de terrorismo.

Es lo que ocurre cuando un país está gobernado por delincuentes, con perfiles de personalidad psicópata y narcisista,  a los que el bien común les da exactamente igual, viven en sus lujos y sus cenas con prostitutas en restaurantes como el Ramsés, viajan en aviones privados mientras prohíben a sus ciudadanos utilizar el coche, introducen la carne artificial mientras ellos se comen los buenos chuletones y mariscos y se escudan en sus instituciones putrefactas, vigiladas por la justicia, con los fiscales comprados, con los jueces adoctrinados para que archiven aquellas causas que les hacen ver cómo lo que son en realidad ante la población y con los medios comprados a golpe de talonario para que les hagan la publicidad engañosa, al estilo de las dictaduras más rancias y despreciables.

Todo aquél que entre en el juego del poder se entrega a ello, recibe esos privilegios que el resto de los ciudadanos no podemos tener pues no somos de su clase, del mismo modo que los sionistas se creen divinos y han, por ello, de castigar a los goyim por ser basuras humanas. Es el trasfondo del fascismo de Hitler, del comunismo criminal de Stalin, del Partido Comunista Chino (cuyo ministro de asuntos exteriores fue recibido por el dictador Sánchez en la Moncloa con todos los honores) o de los nuevos genocidas de la agenda 2030, al servicio de los intereses sionistas que se han apoderado de la nación española. ¿Cómo es posible que tengamos semejante deuda y el Estado mafioso de España siga en pie? ¿O es que a las élites macabras les interesa tenerlos cogidos por sus partes y así apoderarse de la piel de toro, un auténtico trofeo para los satanistas?

Son muchas las instituciones que están detrás de la política española, un teatro para subnormales. El Foro de Davos de Klaus Schwab, maestro de ceremonias y encargado de la ejecución de la agenda 2030 por parte de los Rothschild, la Open Society de George Soros, otro representante y ejecutor de los planes satanistas que controla todos los procesos electorales del planeta, responsable de los pucherazos, como el del 23 J del año pasado, los de Venezuela, los de EEUU en las elecciones de 2020, cuando estaba ganando las elecciones Trump y prácticamente les robaron la presidencia de los EEUU en favor del decrépito y oscuro diablo Biden; también es responsable de todos los levantamientos y alzamientos para cargarse las naciones, como en el caso de Cataluña con sus acciones por independentistas para hacer estallar a la UE, el financiamiento de grupos terroristas como ETA por parte de la CIA americana y por orden de Henry Kissinger y el control de todas las empresas por parte de Black Rock y Vanguard, grandes inversoras en las farmacéuticas que nos han asesinado con sus miserables venenos en la sangre, en las compañías alimenticias que nos matan poco a poco, en las empresas armamentísticas que observan la tercera guerra mundial como solución a sus problemas, en el caso de que su agendita criminal no les resulte porque la gente está muy despierta, y otros fondos que proceden de la ONU y comisiones que reciben los políticos para hacer realidad el mundo de Satanás en la tierra.

La estructura económica es altamente compleja, a pesar de que tiende a la simplificación. Uno de los objetivos es la desaparición de los Estados y sus estructuras básicas y qué mejor estrategia que hundirlas poco a poco, deslegitimarlas de sus facultades, eliminar sus normas básicas (la constitución de 1978) e imponernos la anarquía absoluta en la que se van infiltrando en España primero los intereses económicos de compañías como Blackrock en convertir nuestro país en un desierto que dé energía solar a toda Europa, aunque para ello haya que erradicarse al sector primario y no tengamos que llevarnos a la boca, para después hacer real su ideología al servicio del mismo demonio. De hecho, los Rotshchild son los dueños de los 198 bancos centrales de todo el planeta, incluyendo el Banco Central Europeo y el resto de entidades financieras menores. El dinero que utilizas, aunque sea en físico no es tuyo, ni tan siquiera es del BCE, sino de una sola familia que es como una saga de sangre azul, a modo de realeza invisible, que controla a todas las casas Reales, incluido a los Borbones y a nuestro rey Felipe VI. Ellos fabrican el dinero cuando les place, ellos hunden a las compañías a capricho, ellos hacen quebrar los bancos a voluntad, ellos son los responsables de la inflación que saben provocar cuando emiten dinero de manera innecesaria, ellos generan todas las crisis con la finalidad de llevarnos al escenario deseado; es lo que ocurrió en el año 1929 cuando un día de octubre se hundió la bolsa de Nueva York llevando al resto de las naciones a la bancarrota para acelerar el proceso a la segunda guerra mundial, dentro de la agenda de Alfred Pike desde 1871.

¿Y cuáles son las coincidencias con estos hechos? Países altamente endeudados, burbujas financieras de activos, instituciones públicas inservibles y colapsadas que exigen el surgimiento de otras nuevas y más eficaces (ellos crean el orden mundial y luego lo echan abajo porque ya no les funciona, como un juguete roto), un sistema que más que ayudar e incluir a los ciudadanos los expulsa y los mata porque se considera que estos millones de personas ya no les sirven, el valor del dinero como forma de poder y no de intercambio, sino de soborno, chantaje y mafia. De hecho, seremos nosotros los que paguemos esa deuda pública con los impuestos, así hasta que, logrado el objetivo del empobrecimiento de la población, se haga real el gran reseteo de Klaus Schwab, en el que los modos de supervivencia van a desaparecer, los bancos se irán arruinando poco a poco, el dinero físico estará prohibido y las mismas nuevas monedas no se sostendrán. Será el necesario colapso global que tanto anhelan estas familias demoníacas para así instaurar su nuevo orden, basado en las reglas del satanismo. 

A pesar de esta visión tan negra, nuestros políticos ya aplican esta ideología perversa: falta de control hacia auténticos delincuentes que deambulan por los ministerios del gobierno de España sin que ni la justicia pueda meterlos en la trena por genocidas, la prensa comprada y la creación de un clima social en el que la masa del pueblo español, en vez de reaccionar y levantarse contra sus crueles tiranos, los bendice de manera cobarde y ruin, con una conciencia del mismo tipo que el de que se vendieron para arruinar a la corporación Reino de España s.a. 

Ya no somos un país, ni democrático, ni monarquía parlamentaria ni tan siquiera una institución con un mínimo de soberanía. Nuestro gobierno ha sido comprado por las mafias internacionales más peligrosas y ellas han establecido las reglas para que el que entre siga haciendo lo mismo; todo para llevarnos a la nueva gran depresión, un reflejo de aquélla de los años 30, camino a la gran nueva guerra donde matarán a los inservibles y crearán otro juguete, porque nosotros ni tan siquiera somos ellos, ni tan siquiera insectos. Las cucarachas de las que sacarán su leche para alimentarlos tienen más valor de los seres humanos para estos sujetos cuya monstruosidad es indescriptible.

Es el ciclo de la historia, es el ciclo de las etapas de la economía: cuando una acaba otra empieza y si hay que matar a miles de personas se hace, total ellos son los que la crearon y controlan. Su fin: la esclavitud de los hombres.

Todo ello siempre y cuando el hombre no se levante, se rebele, desobedezca completamente al Estado y se oponga frontalmente a sus protagonistas, sacados de la peor película de terror. Es momento de reaccionar. Estamos en guerra.