Si ustedes se dan una vuelta por la prensa oficialista, tanto a nivel nacional como internacional, se encontrarán con una nueva ofensiva con la que están tratando de meternos en la cabeza lo que tenemos que pensar. Una nueva manipulación con la que tratar de convencernos acerca de quienes son los buenos y quiénes los malos, a propósito de lo que está sucediendo en Israel, tal y como trataron de hacer con la guerra entre Rusia y Ucrania.
Pero la única verdad absoluta en todo las guerras que estamos viendo es que los malos son las élites que las organizan y las víctimas somos todos nosotros. Las de ahora, los israelíes y los palestinos. Las de la guerra de Ucrania, los rusos, los ucranianos y medio mundo.
La cuestión es tirar siempre de supuestos grupos terroristas con una sorprendente capacidad de destrucción, tal y como está sucediendo ahora con Hamás. ¿Cómo es posible que tengan tanto poder económico, humano y logístico para tener la capacidad de matar y destruir de la forma que lo hacen? ¿Dónde estaba el famoso Mossad para que se les colaran, de la forma que se colaron, tantos terroristas y tuvieran la capacidad de matar a casi 300 personas en aquel concierto?
¿No les recuerda a lo mismo que sucedió en los atentados del 11 de septiembre de 2001 de Nueva York? ¿Cómo es posible que dos aviones de pasajeros sobrevolaran la ciudad más importante del país más poderoso del mundo y tuvieran incluso la capacidad de estrellarse en las dos torres más emblemáticas e importantes de aquella ciudad?
El paso de los años, todo lo que sucede, todo lo que vamos viendo, y hemos visto, nos tiene que servir a todos para acumular experiencia y no dejarnos llevar por lo que los políticos, y los medios a su servicio, nos vayan contando para servir a los intereses de sus financiadores y amos.
Nos llama la atención que, a pesar de esa experiencia, todavía haya tanta gente que se deje llevar por el estómago, en lugar del cerebro, y no analice fríamente lo que está sucediendo. Están intentando generar odio entre todos nosotros. Y cuanto más odio, más división. Y cuanta más división, más fácil lo tendrán para seguir haciendo con nosotros lo que les de la gana.
Ahora ya estamos viendo en las redes sociales un enfrentamiento entre gente que se identifica con los israelíes, contra gente que se identifica con los palestinos, y viceversa. Pero la realidad es que todos somos víctimas: los israelíes, los palestinos y también esos que se posicionan en unos u otro bando.
Si se pararan a pensar fríamente durante un minuto, se darían cuenta que nuestros enemigos no están ni dentro del pueblo israelí, ni dentro del pueblo palestino. Nuestro enemigo es quien organiza todas esas farsas, esos criminales atentados de falsa bandera cuyos objetivos cada día están más claros.
El acabar teniendo tanto odio contra cualquiera de esos pueblos es la victoria de nuestro verdadero enemigo globalistas. Y al final, nos manejan como si fuéramos piezas de un ajedrez: nos mueven hacia donde ellos quieren en cada momento, con el agravante de que no somos conscientes de ello, que creemos que estamos haciéndolo de forma voluntaria.
Nosotros vamos a hacer exactamente lo mismo que hemos hecho con la guerra entre Rusia y Ucrania: tratar de denunciar a los verdaderos enemigos que, desde luego, ni son los rusos, ni los ucranianos.
Sirva este acertado mensaje que hemos visto en Twitter como resumen de lo que queremos decir:
«Tanto el gobierno de Israel como el de Estados Unidos -principalmente a través del Mossad y la CIA- crearon Hamás, tal como lo hicieron con Al-Qaeda y docenas de otras organizaciones terroristas en todo el mundo. Es curioso cómo estas organizaciones siempre terminan siendo un motivo para arrastrarnos a la guerra.
Los únicos que pagan el precio de esto son los civiles inocentes y los contribuyentes.
Estas cosas no suceden por accidente.
Si te va a importar la situación, preocúpate por la puta verdad. Pretender ciegamente que un lado o el otro es el bueno es exactamente el tipo de tonterías que quieren que todos compren.
Los políticos y sus amos bancarios saben cómo enviar ayuda, pero nunca saben cómo poner fin al conflicto».
El mundo siempre en guerra por culpa de los malnacidos gobernantes…
Brillante Diestro…