Llegados al punto al que hemos llegado en este país, antes conocido como España, ya no sabemos si la sociedad está neuromodulada, apesebrada, acobardada, o con una mayoría de completos idiotas, pero lo que estamos viendo es de todo menos normal.
Y esas son unas conclusiones a las que no hemos llegado porque seamos psicólogos o sociólogos, sencillamente, cuando vemos cómo actúan los máximos responsables políticos, los funcionarios de alta graduación o buena parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del ESTADO, no podemos llegar a otra conclusión.
Y es que lo está sucediendo ya no es normal. La farsemia y las muertes provocadas por el veneno experimental están pasando de largo, sin que nadie haga nada. Ahora, con la farsemia climática, con el robo descarado del agua de nuestros pantanos, con la ruina a la que se quiere llevar al sector primario, tampoco pasa absolutamente nada, nadie se inmuta, se sigue debatiendo sobre el circo, mientras todo el país al completo se va por el desagüe.
Una demostración palpable de lo que estamos diciendo son estos segundos demoledores que nos dejó ayer el espectáculo lamentable que nos dejó El Hormiguero.
Solo por esta gran falta de respeto a todo el mundo, los cuarenta y siete millones de españoles deberíamos echar a esta fauna a gorrazos.