Fíjense que nos lo hemos tragado todo durante muchos años hasta que llegó la farsemia sanitaria. Con esa farsa, los agendistas rizaron tanto el rizo que muchos tuvimos que despertar, como si nos hubieran pegado un gran bofetón de repente.
Las contradicciones, las tonterías, las medidas absurdas eran tantas que ya empezamos a hilar y no nos cuadraba nada de lo que nos contaban. Y no se crean, eso ha sido una gran suerte porque, de esa forma, conseguimos evitar que nos convencieran para tomar el veneno milagroso que tanto daño está haciendo.
La siguiente fase, que ya estaba cantada desde hace tiempo, era la de la farsemia climática, pero parece que la cosa no está funcionando tal y como los ideólogos tenían previsto. Les está costando que cuele incluso entre los engañados con la sanitaria.
Y como parece que esta les está costando, llega la hora del cachondeo. Y Oscar Terol, que lo hace de maravilla, tira de ironía para que todos practiquemos ese sano cachondeo contra las agendistas. Parece que esta farsa esta costando, habrá que ir viendo las siguientes.