Una de las grandes cosas que hemos aprendido a lo largo de la farsemia ha sido poner a cada uno en su sitio. Esos personajes públicos en los que antes confiábamos y que con esa gran mentira se han posicionado de una forma clara, demostrando que la realidad sobre ellos era muy distinta a la que nos pretendían transmitir hasta ese momento.
Uno de los más claros ejemplos ha sido la periodista Isabel San Sebastián con el asunto de las banderillas y el bicho inexistente. A lo largo de todo el pico farsémico, San Sebastián, que siempre ha presumido de lo contrario, hacía continuos alegatos contra los que no se dejaban engañar e incluso pedía en sus redes sociales que las medidas más restrictivas y distópicas se endurecieran.
Además, protagonizó junto a Federico Jiménez Losantos uno de los momentos más lamentables, escandalosos y miserables de los que hemos visto a lo largo de la farsemia. Como podrán escuchar en este pequeño audio, llegó a llamar a los que no se dejaban engañar «asesinos», demostrando que su concepto de libertad y de estado de derecho, deja mucho que desear.
Lo más llamativo es que, habiendo tenido intervenciones tan sumamente lamentables como esta, después se sorprendiera de tener que bloquear a gente en las redes sociales, no teniendo en cuenta todos los calificativos que había utilizado contra ellos.
Pero parece que ahora, que el tema está un poco más tranquilo, San Sebastián, al igual que sucede con muchos, cree que la gente no tiene memoria y se ha olvidado de todos los episodios que ha protagonizado. Y, sorprendentemente, de repente se nos ha convertido en una firme defensora del «estado de derecho» y considera que aquí, el único que lo ha atacado ha sido Sánchez, o Vox, cuando han sido todos ellos, incluida la propia San Sebastián.
Pretende dar lecciones de libertades y de derechos, cuando los únicos que los han defendido y han luchado por protegerlos han sido aquellos a los que, precisamente ella, no se ha cansado de atacar.