Parece que los años no hacen mella en muchos políticos y, a pesar de su paso, siguen teniendo la misma poca vergüenza que cuando ejercían. Fernando Suárez González, nacido en León en 1933, es el único ministro de la época de Franco que todavía está vivo.
Fue jefe nacional de Enseñanza y, entre 1960 y 1962, jefe de la Delegación Nacional de Juventudes (Movimiento Nacional), al tiempo que consejero nacional de Educación. Entre 1962 y 1963 se hizo cargo de la Dirección del Instituto de la Juventud, mientras desempeñaba las labores de director del Colegio Mayor Diego de Covarrubias (1960-1970). En junio de 1973 fue nombrado director general del Instituto Español de Emigración. Procurador en Cortes por el tercio familiar por la provincia de León entre 1967 y 1971.
Fue nombrado vicepresidente tercero y ministro de Trabajo el 5 de marzo de 1975 en el último Gobierno del general Franco, cesando a petición propia, tras el advenimiento de la democracia, por incluirse los presupuestos de la Seguridad Social en los Presupuestos Generales del Estado.
Contribuyó destacadamente a la Transición española a la democracia, especialmente como miembro de la ponencia que defendió el Proyecto de Ley para la Reforma Política. Posteriormente militó en Alianza Popular, partido por el cual fue diputado entre 1982 y 1986 en el Congreso de los Diputados, y miembro del Parlamento Europeo entre 1986 y 1994.
Suárez ha publicado un libro titulado «Testigo presencial» y por ese motivo ha sido entrevistado en COPE haciendo estas declaraciones.
Asómbrense, reconoce que lo hicieron mal desde un principio para tener todo atado y bien atado. Pero para exculparse, nos cuenta que eso es algo que solo estaba pensado para las primeras elecciones, pero que después se tendría que haber cambiado.
Y nosotros nos preguntamos: ¿y por qué no se hizo bien desde un principio? Y la respuesta la da él mismo en esta intervención: porque no habrían salido los resultados que a ellos les hubiera gustado. Así de simple.
Lo sorprendente es que después nos diga que tendría que haberse cambiado, reconociendo que, en un principio lo hicieron para manipular.
A-lu-ci-nan-te.
Me parece muy razonable y honrado lo que dice. Yo no creo que esté confesando que estuviesen atando nada, sino evitando que un país analfabeto democrático votase dementemente en un momento crítico de vacío de ‘poder’.
El problema fue dejar ese sistema a piñón fijo, pero sobretodo el problema fue y es la restauración del ppsoe como troyanos letales.
Probablemente a él también lo engañaron.