Compartimos con ustedes el mensaje que ha publicado Pavel Durov, fundador de Telegram, en su canal de esta misma red social en su 41 cumpleaños, porque supone una realidad que se va imponiendo a gran velocidad en todo el mundo. Y fíjense que Telegram no es ningún dechado de virtudes, puesto que nosotros nos estamos encontrando con esa censura que tanto critica Durov en nuestro propio canal, pero bueno, al menos que conste por contradictorio
«Estoy cumpliendo 41 años, pero no tengo ganas de celebrar.
Nuestra generación se está quedando sin tiempo para salvar el Internet libre que nos construyeron nuestros padres.
Lo que alguna vez fue la promesa del libre intercambio de información se está convirtiendo en la herramienta definitiva de control.
Países que antes eran libres están introduciendo medidas distópicas como identificaciones digitales (Reino Unido), verificaciones de edad en línea (Australia) y escaneo masivo de mensajes privados (UE).
Alemania persigue a cualquiera que se atreva a criticar a los funcionarios en Internet. El Reino Unido está encarcelando a miles por sus tuits. Francia investiga penalmente a líderes tecnológicos que defienden la libertad y la privacidad.
Un mundo oscuro y distópico se acerca rápidamente — mientras estamos dormidos. Nuestra generación corre el riesgo de pasar a la historia como la última que tuvo libertades — y permitió que se las arrebataran.
Nos han alimentado con una mentira.
Nos han hecho creer que la mayor lucha de nuestra generación es destruir todo lo que nos dejaron nuestros antepasados: la tradición, la privacidad, la soberanía, el libre mercado y la libertad de expresión.
Al traicionar el legado de nuestros ancestros, nos hemos puesto en un camino hacia la autodestrucción — moral, intelectual, económica y, en última instancia, biológica.
Así que no, hoy no voy a celebrar. Me estoy quedando sin tiempo. Nosotros nos estamos quedando sin tiempo».
