Por Juana Natividad Baqué de Cubas
Don Javier Villacorta. me dirijo a usted con respeto y gratificante admiración por su eficiente evolución cognitiva la cual es ya un referente en los medios en que discurre su elocuente pensamiento crítico. Gracias por su inestimable labor divulgativa.
Así empieza este bochornoso soflama que en el discurrir de la actualidad sin más matojos da rienda suelta y curso a la parodia de un país sin patria ni patriotas que lo proteja. Erase una vez un país repleto de buenas gentes, o… simplemente gentes que fueron llevados con ciertos procesos de ingeniería social a un estado deplorable respecto a sí mismos. Humanos o lo que sean que son ahora en la actualidad en que su única aspiración a destacar, es la de superar el listón de la mediocridad. Dónde no se tiene dónde agarrarse a no ser, a un buen culo de alguna desdentada o desdentado, vete a saber. Pues como dijo ni se sabe. La virtud como la ciencia depende de la consciencia y esta brilla mucho, cierto, pero por su ausencia. Al parecer tiene sus ventajas estar en un estado permanente de imbecilidad sin remedio de que por algún medio pudiera ser neutralizada. Así que, seguimos aguantando toda la matraca de dichos forofos sin metralla rendidos a la canalla y a su propia decadencia.
A lo mismo que aquellos que sin siquiera tener claro lo que significa, aporta y reporta, el enorme caudal humano de la idea de patria, se lanzan de cabeza logrando con sus peroratas patrióticas de dudosa procedencia o de algún tiempo pasado sobre la superioridad de tal o cual raza, usando a España como referente de su supuesta superioridad genética. Con la finalidad de captar adeptos a los que insuflarles sus panfletos reinflados de hostilidad con los que enervar a sus tropas de rancios humanoides venidos a menos. De ese modo se tragan el cuento con el que darle sentido a sus vidas vacías de contenido. Expectantes de aquellos que les dirán cuales tienen que ser sus pensamientos y haceres. Los necios se justifican unos a otros y en esto no hay diferencias más que las del que manda y los que obedecen. Sean presuntos patriotas o de tendencias ideológicas retrógradas y desafortunadas.
La otra alternativa es la del paso de todo, yo a lo mío y que se joda el mundo. Así cotiza España en la actualidad, que no es país ni nación soberana. Adscrita a la fuerza en el panorama del corralito de la unidad Europea en el que unos y otros se sienten afortunados de pertenecer a dicha organización que conspiran unidos en el mismo sentido. Una colección de trúhanes cabalgando juntos en pos de los jinetes del apocalipsis.
Muchos son los que se han tragado el cuento de la Unión Europea, parece que pagan muy bien los dispendios, los chanchullos, la corrupción política. Favoreciendo la deuda virtual con más y más préstamos a los países que van incrementando dicha deuda “Virtual” de forma que los intereses anulan cualquier proceso de avanzar en el bien común de las sociedades. Dejando a los países sin oportunidades gracias a la colaboración inestimable de nuestros corruptos y traidores gobernantes, es decir, los políticos que se han prestado a tal agendaría prevista con el que finiquitar toda esperanza de libertad de los países unidos en la farsa de la democracia. Una parodia concebida para afianzar su poder sobre la humanidad y el planeta mismo. El dinero que recibimos de toda esta farsa concebida para nuestra desgracia está manchado de la sangre de miles de millones de inocentes durmientes a los cuales les fueron arrebatadas su alma. Sin siquiera deducir que dicha deuda virtual se asienta en la nada.
Una riqueza que solo existe en el limbo el cual según el pontificado ya no existe en su paraíso extraterrestre al parecer lo trasladaron al terrestre en el que se bañan con la sangre de aquellos que son sacrificados con el beneplácito de unas sociedades que tan solo reaccionan cuando ya todo es demasiado tarde y ni aún así. Pues cuando lo hacen van como cabestros al matadero causando mayores infortunios para que todo vaya a peor. Disculpen mi osadía, pues no pretendo que sea una perorata apócrifa del sentir nacionalista o de falsa bandera patriótica en los que realzar virtudes sobre nuestros usos y costumbres que esto ya está muy manido y huele a rancio que te tira de espaldas.
España ha sido usada como mujer infame y despiadada a la vez que se han servido de ella como meretriz. utilizándola como cada lerdo despreciable lo ha considerado para afianzarse en el poder sobre los ciudadanos españoles. Pero España no es lo que estos cenutrios hacen de ella, España es una idea en que se basa la feminidad en todo su esplendor y plenitud. Su grandeza se sustenta en su humildad y fortaleza anímica y espiritual. España es la idea de madre que siempre ampara a sus hijos y les conforta con su abrazo maternal. Una madre jamás le dirá a sus hijos que hagan el mal a otros, les confiere valor y determinación para enfrentarse a la vida con respeto y admiración en todo lo que concierne a su familia. Una madre prepara a sus hijos para que sean libres y no lo contrario. Una Madre es el referente absoluto del hogar y la chimenea encendida cuyo calor reconforta a sus hijos. Los españoles no somos conscientes de esto, ni siquiera nos miramos los unos a los otros como hermanos y menos aún a aquellos hermanos que tenemos en la distancia en la que conformamos un núcleo mucho mayor de nuestra hermandad hispana. Lo que nos es natural, hijos de nuestra madre España. Toda madre tiene su homólogo masculino y ahí es dónde entra el concepto de Patria «Padre» o Protector de la familia. Si, la gran familia étnica española.
Asesinaron a nuestra madre y a nuestro padre, asegurándose el convertirnos en huérfanos, sustituyendo nuestra madre original, por una mujerona desalmada y un padrastro cruel y corrupto que impone su socialismo, no importa con las siglas con la que se disfrace, pues todo el tinglado del sistema que han establecido es puro socialismo o también conocido como pensamiento único. De hijos propios de una madre propia a la cual amar y ser amados. Ahora tenemos a una madrastra a la que le importamos una mierda seca a culo abierto a la que llamamos Europa que nos va a moler a palos hasta que nuestra sangre española desaparezca del panorama globalista. Pues a la vez que quedamos huérfanos de madre y padre somos llevados a los orfanatos ideológicos virtuales dónde se nos aplica el sentido de sumisión.
¿Cómo vamos siquiera a aportar alguna riqueza espiritual a otras culturas?. ¿Cómo vamos a poder adquirir de otras culturas que en muchas materias están mucho más aventajadas que nosotros sus valiosos aportes?.
Si no somos capaces siquiera de respetar a nuestra propia madre en su inmensa sabiduría. ¿Vamos a respetar a las madres ajenas?. Ni por asomo, tan sólo a través del engaño, del auto engaño. Para ello tenemos el nuevo mensajero de los falsos dioses, la televisión. La promesa de un futuro que nos va a cambiar la vida. A qué precio, cuando ya ni siquiera los teleadictos son capaces de pensar por sí mismos, convertidos en meros imbéciles repletos de prejuicios y anomalías cognitivas que les retrotraen a la era de las cavernas. Es tal el clan de los cavernarios televidentes que de todo tienen que hacer su chiste, dónde lo gracioso es morirse de risa ante lo absurdo y lo banal. Amigos, no se preocupen mucho por cualquier otra forma de exterminio masivo, moriremos de risa. Inadmisible soportar a tanto capullo que tiene que acabar sus arengas con el chiste de rigor. Por encima de todo hay que ser gracioso, no sea que lo tomen a uno por un ente negativo.
A veces me pregunto si no hace falta un buen garrote que espabile a tanto mequetrefe que lo juzgan todo con el prisma de la estupidez y la mediocridad.
Duele observar a tanta gente que ve sus vidas ennegrecidas por el sistema que les arrebata su candor, sus ilusiones, sus esperanzas. Mutilando sus cuerpos y mentes, abrazados a sus llantos silentes viendo cómo sus sueños y sus anhelos son rotos en mil pedazos sin apenas darse cuenta de la miseria que esconden en sus propios corazones que ni siquiera les pertenecen ya. Corazones que se juntan con otros corazones rotos que poco a poco se destruyen el uno al otro. Volcando sus esperanzas en la mentira bien guardada y custodiada por las apariencias de una felicidad que no tiene residencia dónde instalarse. Bien podría denominarse la liga de los corazones rotos o podridos de tanta miseria humana.
Han aprendido a mentir viendo el panorama que desde su propia cuna les estaban preparando para su posterior pertenencia a sus amos invisibles. Y pobres de aquellos que se atrevan a plantar cara a sus progenitores y cantarles las cuarenta en bastos en sus propias narices. Pues pronto serán llevado al psicópata de turno gratuito cedido por el sistema para reconducir al redil a tan osado infante que no accede a hacer realidad la pesadilla de quienes ejercen de tirano por el hecho de haberlos traído al mundo. Pero, ¿A qué mundo?.
Es absurdo llamar mundo a esto que experimentamos sin ser conscientes de nuestra grandeza espiritual, cuando nos estamos decepcionando constantemente unos y otros, necios que guían a otros necios a establecerse como esclavos sin sospechar que lo son. No hay paz para los descuidados de sí mismos, tan solo el paso del tiempo suficiente para que el remordimiento, la culpa y el miedo ocupe su lugar en el puzle social en el que fueron esclavizados. Para muchos su decrepitud les proporciona un alivio a su vidas sin vida. para otros muchos se dan cuenta demasiado tarde que la vida no da segundas oportunidades a quienes la desprecian tanto que en virtud de su lastimera existencia acaban abandonados a su demencia. La cual compasivamente les libera de la tortura de saber que todo fue una gran mentira en la que contribuyó llevando a sus propios hijos a las fauces del mismo demonio que les devorará la vida sin compasión alguna, como hicieron con ellos.