El estado de salud del Papa Francisco ha vuelto a generar preocupación tras registrarse este lunes 3 de marzo de 2025 dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, según ha informado la Santa Sede. El pontífice, de 88 años, permanece ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero, enfrentándose un cuadro clínico complejo que incluye una neumonía bilateral y una bronquitis con infección polimicrobiana. Estos nuevos incidentes marcan un retroceso en su recuperación, que había mostrado signos de estabilidad en los días previos.
De acuerdo con el comunicado oficial del Vaticano, los episodios de dificultad respiratoria fueron desencadenados por una significativa acumulación de mucosidad en las vías bronquiales, lo que derivó en una crisis de broncoespasmo. Para tratar esta situación, los médicos han realizado dos broncoscopias durante el día, un procedimiento que ha permitido aspirar las abundantes secreciones acumuladas en sus pulmones, una reacción natural del organismo ante la inflamación causada por la neumonía.
Tras las intervenciones, y como medida de soporte, se ha decidido reanudar la ventilación mecánica no invasiva por la tarde, un sistema que facilita la respiración sin necesidad de intubación, pero que evidencia la fragilidad de su estado respiratorio. Este paso se ha tomado después de que el viernes anterior también sufriera un episodio similar, lo que indica que su recuperación sigue siendo incierta. El parte médico mantiene el pronóstico como “reservado”, lo que refleja la cautela de los especialistas ante la evolución de su condición.
La jornada había comenzado con señales más positivas: por la mañana, el Vaticano había reportado que Francisco había pasado una noche tranquila, descansando bien y sin necesidad de ventilación mecánica durante las horas previas. Sin embargo, los eventos del día han cambiado el panorama.
El Papa Francisco, hospitalizado desde hace 18 días, enfrenta ahora un nuevo desafío en su lucha contra esta enfermedad respiratoria. Aunque los médicos del Gemelli han logrado estabilizarlo tras cada crisis, la recurrencia de estos episodios plantea interrogantes sobre su capacidad para superar completamente esta afección. La comunidad católica y el mundo entero permanecen atentos a las actualizaciones sobre su salud, mientras el Vaticano continúa informando con detalle, pero sin ofrecer certezas sobre el desenlace de esta situación crítica.
El Antipapa dura más que Duracel mala hierva nunca muere.
Es muy interesante la última carta de M.Carlos María Vigano,demuestra que el Vaticano es un nido de jesuitas,donde trafican con niños.
Seguramente ya esté muerto.