La historia de «La Revolución de los Ángeles» nos traslada a una España ficticia situada en un futuro próximo, un escenario imaginario pero verosímil que amplifica los problemas sociales y políticos actuales. En este mundo, las autonomías han sido abolidas, y el país se encuentra sumido en una crisis económica y social aún más profunda que la conocida en décadas recientes. España es retratada como una nación en bancarrota, donde la corrupción política se ha multiplicado hasta convertirse en una norma aceptada entre una élite que vive desconectada de las penurias de la ciudadanía.
Esta clase política, descrita como una «casta de intocables», se dedica a preservar sus privilegios mientras la clase media desaparece y la mayoría de la población sobrevive bajo el umbral de la pobreza.
El punto de partida del relato es tan impactante como controvertido: un grupo de ciudadanos desesperados, formado por enfermos terminales y desahuciados, decide tomar la justicia por su cuenta. Conscientes de que no tienen nada que perder, estos individuos se rebelan contra el sistema asesinando a políticos corruptos. La trama arranca con una empresaria ejemplar que, tras perderlo todo y enfrentarse a una enfermedad terminal, graba una confesión en vídeo y la difunde en YouTube antes de cometer un acto de venganza. Este vídeo se vuelve viral, inspirando a otros en situaciones similares a seguir su ejemplo, desencadenando así una ola de violencia justiciera que sacude los cimientos de la sociedad.
El proyecto se plantea como una serie de 10 episodios de una hora cada uno, siendo el capítulo piloto el foco inicial presentado en la web. Según la sinopsis, la historia no solo busca entretener, sino también provocar una reflexión profunda sobre el peligro de una clase política alejada de sus ciudadanos y el potencial explosivo de una sociedad llevada al límite.
La película y la novela son el resultado de un esfuerzo colectivo liderado por un grupo diverso de profesionales comprometidos con la crítica social. Entre los nombres destacados se encuentra Marc Barbena, quien ejerce como director y co-guionista, además de participar en la producción ejecutiva y el montaje. Junto a él, Oriol Clavell desempeña un papel clave como guionista, productor y co-responsable de la producción ejecutiva. Estela Busoms también contribuye al guion, mientras que la música original corre a cargo de Samuel Törnqvist, la dirección de fotografía es de Daniel Urrutia, y el montaje lo completan Santi Alvarado y el propio Barbena. El reparto incluye actores como Adriana Feitó, Sergi Caballero, Albert Muntanyola, Conchi Almeda, entre otros, bajo la dirección de casting de Roger Julià y Barbena.
El equipo detrás del proyecto no se limita a cineastas: está compuesto por periodistas, abogados, antropólogos, profesores universitarios, mossos d’esquadra y víctimas del terrorismo, todos unidos por un objetivo común de provocar una reflexión crítica sobre la situación política y social.
Uno de los aspectos más notables de «La Revolución de los Ángeles» es su modelo de financiación. Lejos de depender de grandes productoras o instituciones oficiales, la obra nació gracias al apoyo popular a través de una campaña de micromecenazgo en Verkami. Con la participación de más de 200 mecenas, se recaudaron más de 10.000 euros, una suma que permitió dar vida al capítulo piloto. Este enfoque subraya el carácter independiente y ciudadano del proyecto, alineándose con su mensaje de empoderamiento colectivo frente a las élites.
El propósito de «La Revolución de los Ángeles» trasciende el entretenimiento. Según el sitio oficial, la obra busca ser «una crítica social para despertar conciencias» sobre los peligros de una clase política corrupta y desconectada. Se presenta como una ficción provocadora y valiente que plantea un dilema ético: ¿qué pasaría si un grupo de ciudadanos desesperados decidiera tomarse la justicia por su mano? Aunque la violencia es un elemento central de la narrativa, los creadores enfatizan que su intención no es glorificarla, sino advertir sobre las consecuencias de un sistema que empuja a la población al borde del abismo.
El proyecto se inspira en movimientos como el 15-M, que movilizó a miles de personas en España contra la corrupción y la desigualdad, pero señala que, a pesar de ese despertar colectivo, poco ha cambiado en la realidad. La obra aspira a ser un catalizador para el debate, una herramienta para evitar que la ficción se torne realidad.
Aunque no hay información oficial o detallada en el enlace sobre la censura específica de la película, el hecho de que se mencione como «censurada en España» sugiere que su contenido pudo haber generado incomodidad en ciertos sectores. La temática explícita sobre el asesinato de políticos corruptos y la crítica feroz a la clase dirigente podrían haber sido percibido como una amenaza por parte de autoridades o grupos de poder, especialmente en un contexto de creciente malestar social. Sin embargo, no hay evidencia concreta en los datos disponibles que confirme una prohibición formal, lo que deja abierta la posibilidad de que la censura sea más bien una percepción derivada de la falta de difusión o apoyo institucional.
Estrenada originalmente en 2014 como un piloto, y con una versión cinematográfica lanzada en 2015, «La Revolución de los Ángeles» se sitúa en un momento de agitación en España, marcado por la crisis económica posterior a 2008, los escándalos de corrupción (como el caso Gürtel o Nóos) y el auge de movimientos sociales. Su narrativa resuena con la frustración de una ciudadanía que veía cómo las «puertas giratorias» y los privilegios de la élite persistían mientras el bienestar social se deterioraba.
La película ha sido comparada con obras como «Fargo» por su tono de thriller oscuro y su exploración de la moralidad en situaciones extremas. También se destaca su valentía al abordar temas tabú sin tapujos, algo que la distingue en el panorama del cine español.
«La Revolución de los Ángeles» es más que una película: es un grito de alerta, un experimento narrativo y un reflejo de las tensiones de una sociedad al límite. Con un argumento que desafía las normas, un equipo diverso y comprometido, una financiación popular y un objetivo claro de provocar reflexión, esta obra se posiciona como un testimonio de la capacidad del arte para cuestionar el poder.
Acceso directo para ver la película haciendo ‘clic’ en este enlace: https://t.me/conciencia_activa/63