En el debate de ayer, por si no se lo había puesto antes lo suficiente, Pedro Sánchez se volvió a presentar con el pin de la Agenda 2030. Parece que una de las obligaciones que le imponen los amos es esa, porque ya no parece ni medio normal la obsesión que tiene por ponérselo, a no ser que tenga que cumplir órdenes, que será lo más normal.
El caso es que no fue solo la exhibición del pin. Tanto Sánchez como Yolanda Díaz se pasaron, casi todo el debate, tirando de mantras y de eslóganes agendistas, como si no hubiera un mañana. Ya saben que ahora estamos en la farsemia climática y se impone utilizarla siempre, descalificando a todos aquellos que la negamos.
Otro de los mantras de los que tiraron fue la ideología de género y el asunto del lobby LGTBI y leyes trans. Ese quizás fue uno de los mejores momentos puesto que Santiago Abascal hizo la pregunta del millón: «¿Qué es una mujer?»
¿Les parece a ustedes normal que tanto Pedro Sánchez como Yolanda Díaz miraran hacia otro lado y no respondieran? ¿En qué punto loco estamos en este mundo como para no saber ya ni responder a algo así?
Y tengan en cuenta que vamos a toda velocidad porque esto hace muy pocos años no se hubiera producido.