Los Juegos Olímpicos de París están rodeados de controversia. A los problemas en la ceremonia de apertura y las sospechosas puntuaciones se suma la decisión de realizar pruebas de triatlón en el río Sena, cuyas condiciones no eran las más adecuadas para los atletas. Esta decisión ya ha tenido consecuencias, como el caso de la triatleta Claire Michel, hospitalizada tras infectarse con la bacteria E. Coli, conocida por causar síntomas graves como vómitos, dolor abdominal y diarrea con sangre.
Las críticas hacia la organización de París 2024 no se han hecho esperar. Numerosos deportistas y comités han expresado su malestar por la decisión de realizar las pruebas en el Sena a pesar de las pruebas de calidad del agua que demostraron niveles de E. Coli mucho más altos de lo aceptable. En junio, los niveles de esta bacteria eran diez veces superiores a los permitidos, lo que generó preocupación debido a los riesgos de enfermedades graves.
Deportistas como la belga Jolien Vermeylen han denunciado las condiciones insalubres en las que tuvieron que competir. Vermeylen relató su experiencia, destacando que bebió agua del río y sintió y vio cosas que preferiría no haber visto. Esta situación también afectó al Comité Olímpico de Bélgica, que no pudo participar en las pruebas mixtas de triatlón debido a la hospitalización de Michel. En un comunicado, expresaron su descontento y pidieron mejoras para futuras competiciones, subrayando la importancia de garantizar condiciones seguras y claras para los atletas, sus entornos y los aficionados.
Estos Juegos Olímpicos van a ser muy recordados en el futuro y no va a ser por el deporte, no lo duden.
La Abominación 2030 impedirá que vuelvan a celebrarse más juegos olímpicos. Es de cajón