Bajo la férula del «gobierno más progresista de la historia», los obreros, completamente jodidos. Mires donde mires, destrozo. Y echo un ojo (Mantenimiento Electromecánico. Redes y Estaciones de Tratamiento de Aguas; Óptica de Anteojería; Sistemas Electrotécnicos y Automatizados; Gestión del Agua…) a algunos de estos mojones de la basura explotadora/expoliadora denominada FP (Formación presuntamente Profesional) Dual.
Calamidad
En primer lugar, vuelta de tuerca al desguace de una digna educación pública/estatal de calidad. Recuerda, lector, que con esta nueva FP Dual, los denominados «acuerdos curriculares» ceden la responsabilidad de transmitir el cada vez más mermado conocimiento técnico, en exclusividad, a los intereses particulares, muy particulares, de cada empresa. Memento la figura del “tutor de empresa”. De esa manera, el centro (des)educativo, aún más, es transformado en grotesco departamento de selección de personal, en burda entidad de reclutamiento de personal laboral esclavo mediante certificación exprés. Privatizando groseramente, pues, ya sin disimulo.

Y el profesor, pues, reducido a gestor administrativo y/o comercial de los patrios empresaurios. «Vendiendo» a sus propios alumnos, el profesor es obligados a funcionar como si fuese una ETT (Empresa de Trabajo Temporal) en el propio centro. Los estudiantes, en tenebroso ínterin, pobre, paupérrima formación, casi nula diríase, disminuyéndose paulatina y pavorosamente los conocimientos tecno-científicos requeridos para su futura profesión. Eso sí, mano de obra dócil y muy sumisa. Extremadamente. ¿Derechos laborales? La descojonación, vamos: verdes y se los comió una vaca. Vergüenza de empleos, sin vergüenza en la FP Dual. Ains, las “becas” de cada taifa. Y la de la liberticida Ayuso, de traca.

Capitalismo («artero viejo mañoso») esclavo, valga el pleonasmo, cada más cimarrón y salvaje y desbocado, utilizando el sempiterno mantra fascistoide “colaboración público-privada»: la completa parasitación de lo que a todos nos perteneces por parte de lo privado. Mediante un enfoque de «flexibilidad» y una jerigonza muy «chula» (competencias, eficiencia, eficacia, rentabilidad, estandarización, talento…), nos topamos con brutal precarización, explotación laboral low-cost, sin garantías formativas ni laborales para quienes participan como aprendices ni para los trabajadores de las respectivas empresas. Y detrás de todo esta vacua cleptocracia, el lobby impulsor de la FP dual, la Alianza por la FP Dual liderada por la Fundación (privada) Bertelsmann, que ha ido tejiendo macizas y robustas redes con editoriales, empresas, administraciones, iglesias y sindicatos para atraer y hacer implacablemente eficaz su implantación en todos los centros (des)educativos.
En fin.

