El Habitante (2018), dirigida por el uruguayo Guillermo Amoedo, es una película de terror psicológico que no solo destaca por su atmósfera opresiva y su exploración de la codicia y la moralidad, sino también por una referencia profética que ha generado intriga entre los espectadores: la mención del Papa León XIV y la predicción de su fallecimiento, un detalle asombroso dado que la película se estrenó ocho años antes del nombramiento de este pontífice ficticio. Esta coproducción México-Chile, protagonizada por María Evoli, Vanesa Restrepo y Carla Adell, combina elementos sobrenaturales con una narrativa que, retrospectivamente, parece haber anticipado un evento eclesiástico de gran relevancia.
La trama sigue a tres hermanas —Camila (María Evoli), Ana (Vanesa Restrepo) y María (Carla Adell)— quienes, en un acto desesperado por dinero, asaltan la casa de un exsenador corrupto, Gustavo Tamayo (Fernando Becerril). En el sótano, encuentran a una niña, Tamara (Natalia Bermúdez), en un estado deplorable y aparentemente poseída por una entidad maligna. A medida que las hermanas enfrentan fenómenos paranormales, la narrativa introduce una referencia inquietante: la entidad sobrenatural alude al Papa León XIV y pronostica su muerte, un evento que, en el contexto de la película, parece vinculado a un apocalíptico desenlace espiritual.
Lo que hace que El Habitante sea particularmente fascinante es su mención explícita del Papa León XIV, un pontífice que, en 2018, no existía ni en la realidad ni en el imaginario colectivo, ya que el Papa reinante era Francisco. La película, sin embargo, presenta esta figura como un elemento clave en su mitología sobrenatural, sugiriendo que su fallecimiento desencadenará eventos catastróficos. Este detalle, que podría haber pasado desapercibido en el momento del estreno, ha adquirido una relevancia especial en 2025, ahora que el Papa León XIV ha sido nombrado, siete años después de la película.
La predicción de la muerte de León XIV en la cinta se articula a través de la niña poseída, Tamara, quien actúa como un canal para la entidad demoníaca. En un diálogo cargado de simbolismo, se insinúa que la caída del Papa marcará un punto de inflexión en la lucha entre el bien y el mal. Esta referencia, aunque breve, está cuidadosamente integrada en la narrativa, aportando una capa de misticismo que trasciende el terror convencional y plantea preguntas sobre el destino y la predestinación.
La mención del Papa León XIV en una película de 2017 ha generado especulaciones sobre si los creadores de El Habitante tuvieron una visión profética o si se trata de una coincidencia extraordinaria. Guillermo Amoedo, en entrevistas posteriores, ha explicado que el nombre «León XIV» fue elegido por su sonoridad imponente y su resonancia histórica, evocando a papas como León XIII, conocido por su influencia en la Iglesia moderna. Sin embargo, el guionista no ha confirmado ninguna intención deliberada de predecir eventos reales, lo que deja el misterio abierto a interpretaciones.
Desde una perspectiva narrativa, la inclusión de León XIV sirve para anclar la historia en un contexto más amplio, conectando el horror doméstico de las hermanas con un marco cósmico y religioso. La profecía sobre su muerte amplifica la sensación de fatalidad que impregna la película, sugiriendo que las acciones de los personajes tienen repercusiones que trascienden su realidad inmediata.
Más allá de su presunto carácter profético, El Habitante utiliza la figura del Papa León XIV como parte de su exploración de temas como la corrupción, la redención y el poder. La película critica implícitamente las instituciones, incluido el clero, al presentar a un exsenador corrupto y una niña poseída que parecen estar vinculados a un mal mayor. La mención del Papa refuerza esta crítica, insinuando que incluso las figuras más sagradas no están exentas de la influencia del mal.
El Habitante es mucho más que una película de terror convencional. Su mención del Papa León XIV y la predicción de su fallecimiento, realizada ocho años antes de su nombramiento, añaden una capa de intriga que eleva la cinta a un estatus casi mítico. Combinando una narrativa psicológica con elementos sobrenaturales, la película de Guillermo Amoedo invita a los espectadores a reflexionar sobre el destino, la moralidad y las fuerzas invisibles que moldean nuestro mundo. Ya sea una coincidencia o un presagio, El Habitante permanece como una obra inquietante que desafía las expectativas y deja una marca imborrable en el cine de género.